Con software propietario los Estados deciden si alfabetizan y abren la participación ciudadana un costo de U$S 500 por persona, en pagos de licencias de software a una multinacional, o los convierten en criminales del delito de compartir.
Un Estado de derecho democrático tiene responsabilidades inherentes a su función.
En particular la obligación de garantizar a sus ciudadan@s una serie de derechos indispensables. El Estado almacena, manipula y transforma información de particulares, que la ha sido confiada por los ciudadanos que, por imperio de la ley, no tienen más alternativa que hacerlo. El Estado tiene la obligación de resguardar esa información y mantenerla en formatos que no lo aten a iniciativas monopólicas privadas. El Estado tiene la obligación de garantizar a sus ciudadan@s el acceso a la información que es pública y la preservación de la información que es privada o que debe ser mantenida en secreto por razones estratégicas de seguridad nacional. El software propietario es incompatible con estas obligaciones del Estado. Los gobiernos deben tomar decisiones pensando en mejorar su sociedad. No basta con que el software que se utilice en el Estado ejecute una tarea de acuerdo a parámetros técnicos, o sea el menos caro, sino que además debe ser políticamente correcto y estratégicamente adecuado, satisfaciendo una serie adicional de requisitos, sin los cuales el Estado no puede garantizar al ciudadano el procesamiento adecuado de su información, ni mucho menos puede construirse un gobierno electrónico o una democracia digital.
Cada decisión referida al software debe evaluarse contrastando sus efectos en diversas áreas. En algunos casos el impacto es directo ya que la decisión del Estado determina resultados en dicha área. En otros casos la elección del Estado promueve o induce políticas en la denominada sociedad civil, ciudadanía y empresas.
De esta evaluación deberán surgir criterios sobre el uso de software en el Estado. Estos criterios se expresarán en un conjunto de medidas a diferentes niveles normativos y ejecutivos.
Así quedarán reflejados en leyes, decretos y normas técnicas. Por ejemplo normas sobre adquisiciones.
También deberán incorporarse en las normas de cada institución, y cuando se trate de compras, en las condiciones generales y particulares de cada pliego. En estos casos, los responsables de cada adquisición evaluarán la mejor decisión entre las presentadas. Este esquema no excluye a determinados proveedores sino que impone criterios generales y particulares a cumplir por el software. Son los proveedores los que deciden si licencian sus productos al estado en las condiciones que éste pide o no.
Requisitos imprescindibles para el Software del Estado con relación a diferentes temáticas:
El Software del Estado debe permitirle a sí mismo, a sus ciudadanos y a la oposición política auditar cuales son sus reales efectos y funciones. En particular evitar puertas ocultas impuestas sin conocimiento del gobierno, por proveedores, terceros, o agentes extranjeros.
El Estado debe participar en el desarrollo de su software y tomar las decisiones claves. El software debe ser uniformemente usado en todas sus divisiones. Todos los aplicativos deben interoperar entre sí.
El Estado debe usar estándares de almacenamiento y trasmisión, de información y documentos, no sujetos a monopolios particulares. Así garantiza perennidad en la información pública y privada a su cargo, e independencia ante los proveedores.
El Software del Estado debe favorecer la democratización en el acceso a la información y a sus sistemas, facilitando una comunicación multidireccional entre el mismo y su Comunidad. Debe permitir la construcción de sociedades mas diversas y justas.
El Estado debe promover la educación de sus ciudadanos.
¿Como explicarle a un niño que su disco compacto con juegos es el único juguete que no debe prestar[030]?. Porque construir un mundo donde el adolescente que encuentra la forma de cambiar un código secreto y se lo explica al mundo, va preso por ello, en vez de ser considerado un genio.
Es imposible estudiar informática sin acceso al código fuente. Para formar a las nuevas generaciones de técnicos, los niños deben poder ``desarmar'' su software y reconstruirlo como ellos quieran.
El Estado requiere libertad de uso, modificación, y distribución del software, para poder concretar programas de alfabetización informática e inclusión tecnológica para la población utilizando mínimos recursos.
Libertades, Derechos y Futuro: El Estado debe garantizar el derecho a comunicar, el derecho a conocer y manejar la tecnología que se usa, a conocer e interpretar la información que circula por nuestros ámbitos y el derecho a la privacidad de los datos individuales. Debe promover la independencia tecnológica y la innovación. Debe ejecutar políticas que ayuden a la construcción de sociedades más justas y transparentes.
El tipo de código y las redes de comunicación que se usen, determinarán si se impulsa una sociedad abierta y democrática; o cerrada, tecnocrática y estructurada; un ámbito de negocios en libre competencia o un sistema de monopolio absoluto.
Internet representa un ámbito global de interacción de la sociedad humana y las culturas. El software un lenguaje de articulación de procesos. El Software Libre es un nuevo movimiento social. Internet más Software Libre equivalen a concretar el Otro Mundo Posible, que se empieza a construir desde las trincheras tecnológicas[180]
Se requiere un software sin fallas, estable, seguro, eficiente, que aproveche los pocos recursos disponibles, que permita trabajar a muchos usuarios en diversas terminales, cuyas actualizaciones, correcciones o mejoras no requieran reinstalar todo o cambiar de hardware y que asegure una amplia variedad de software disponible. La seguridad por la oscuridad ha fallado consistentemente en la construcción una red libre de virus y crackers.
Se requiere un software que apoye el desarrollo económico en forma solidaria y sustentable, que favorezca la libre competencia, que promueva el desarrollo tecnológico, que permita el surgimiento de empresas a distintas escalas para cada tipo de problema a resolver, que cree puestos de trabajo especializados, que favorezca la aparición de una industria local de desarrollo de software, de generación de servicios, de soporte, etc..
Los modelos de negocio basados en la recaudación, con soporte policial público, de un impuesto por PC o usuario y envío al extranjero no son convenientes
El Estado siempre debe adquirir la opción mas conveniente. Sin duda el precio es un factor importante. El costo de las licencias es fundamental para evaluar software, sobre todo si afecta la balanza de pagos.
Usar software propietario, implica también contar el costo administrativo del sistema de licencias, el costo del registro y control de las mismas en cada PC (Computadora Personal) y por cada empleado. Todo ello para evitar que el Estado termine pagando multas, o soportando juicios.
El Software Libre es la única vía para cumplir estos requisitos.
Transparencia. +
[R01] Auditoría de la función del Software. +
[R02] Accesibilidad, confidencialidad e Integridad de los datos. +
[R03] Estándar de formatos. +
[R04] Perennidad. +
[R05] Homogeneidad. o
[R06] Participación. o
[R07] Interoperatibilidad. o
[TCO]. Costo total de posesión. +
[R08] Costo de las icencias. +
[R09] Costos Legales. o
Calidad. +
[R10] Técnica. +
[R11] del servicio y soporte. o
[R12] Seguridad. o
[R13] Capacidad de promover el cambio. *
[R14] Economía. o
[R15] Balanza de Pagos. o
[R16] Industria Local. Trabajo, crecimiento y distribución del ingreso. o
[R17] Libre competencia. o
[R18] Sustentabilidad. Software tecnológicamente apropiado. o
[R19] Igualdad. *
Tecnología. o
[R20] Innovación. o
[R21] Independencia y soberanía. *
Derechos Humanos. o
[R22] Seguridad personal, Espacio personal de privacidad. o
[R23] Libertades y Derechos. Derecho de expresión y comunicación. *
[R24] Sociedad. Estructura social. Cultura. Otro Mundo es Posible. Solidaridad o
[R25] Brecha digital. Educación. o
[R26] Género y diversidad. o
[R27] Lenguas y pueblos del mundo. o
[R28] Control. o
[R29] Educación Tecnológica.
En las próximas secciones se analizan los diferentes criterios de análisis junto a las ventajas y riesgos de cada tipo de Software. El Estado, por su envergadura y por su papel de administrador de los bienes comunes, es particularmente vulnerable a los riesgos del software propietario, a la vez que está en una posición particularmente estratégica para beneficiarse con las ventajas del Software Libre y también para contribuir a su desarrollo. Transparencia
El Estado es el guardián del registro público. Mantiene información actualizada sobre la identidad y el patrimonio de las personas y de su propio accionar. Un Estado de derecho democrático requiere instrumentos tecnológicos adecuados a su misión. Su plataforma tecnológica tiene requerimientos muy estrictos.
El respeto de los derechos del ciudadano es un principio superior a las consideraciones comerciales. El Estado no tiene la misma libertad de acción en materia económica y tecnológica que otros usuarios. El Estado debe respetar normas de contratación más restrictivas.
Democracia o Dictadura Tecnocrática. Estado de Derecho en la Sociedad del Conocimiento. Código legal vs. Código en software. Escrutinio público.
El software trata información y es en sí mismo información. Susceptible de ser interpretada por una máquina para ejecutar acciones, elegir alternativas y llevar adelante procesos.
El Estado usa el software para instrumentar el mandato de la ley. El código en software sustituye en la práctica al código legal como mecanismo de decisión y control. Máquinas automáticas controladas por programa asumen funciones administrativas, de policía y control. El micropoder pasa a las computadoras, que deciden si se accede a un crédito, al voto, a un trabajo, etc.. Cuando entre el texto de la ley y la función del programa hay inconsistencias, el ciudadano se encuentra con que el software es más poderoso que la ley, ya que es aquél el que, en realidad, gestiona su trámite.
El Estado requiere mecanismos transparentes en sus acciones. El software usado como soporte operativo de los procesos y procedimientos del Estado, es parte de los mismos, y está sometido al requisito de publicidad de los actos de gobierno.
Que el gobierno, la oposición política, y los administrados, accedan a las fuentes del software es un requisito esencial para confiar en las acciones de un estado tecnológico. Caso contrario será una tecnocracia política, sin control social, operada por las corporaciones, con sus constituciones y representantes electos inefectivos en el mundo real.
Para cumplir principios republicanos básicos el Estado debe usar software cuyo código fuente esté publicado. Al tener la libertad de inspeccionar el mecanismo de funcionamiento del software, la manera en que almacena los datos, y la posibilidad de modificar estos aspectos, queda en manos del Estado la llave del acceso y el control de la información. El uso exclusivo de Software Libre es la única manera de auditar qué regulaciones se establecen.
El software propietario es incompatible con la democracia.
Libre acceso del ciudadano a la información pública y respeto por la privacidad de la información particular almacenada en el Estado.
El Estado almacena, manipula y transforma información tanto pública como privada propia y de particulares. Esta última le ha sido confiada por los ciudadanos que, por imperio de la ley, no tienen más alternativa que hacerlo.
Se debe garantizar el libre acceso de los ciudadanos a la información pública, y el respeto a la información particular almacenada en el Estado. El Estado debe extremar las medidas para salvaguardar la integridad, confidencialidad y accesibilidad de esas informaciones.
Es uso de estándares es un requisito para una sociedad tecnificada. Las unidades de medida estándares fueron un paso importante en la historia de la humanidad. La posibilidad de interoperación de equipos como teléfonos, radios o televisores, entre otros, se basa en normas comunes de operación. La única manera de garantizar que cualquiera pueda construir aparatos, equipos o software que interactuen unos con otros es el uso de estándares o normas abiertos. Así se posibilita el intercambio y el almacenamiento de la información y los datos entre personas o equipos en diferentes lugares y tiempos.
Es conveniente que los estándares sean fijados por cuerpos emisores públicos con control estatal y democrático. Si los estándares son internacionales, al menos los Estados deben poder decidir si los aceptan o no y tener delegados en los cuerpos internacionales que los emiten. Con más razón cuando es el propio Estado el usuario de los estándares.
Los estándares de datos no pueden estar sujetos a patentes o derechos de autor de ningún tipo. Entre otros se aplica el principio republicano de publicidad de los actos públicos. El gobierno, los ciudadanos y empresas deben poder acceder a la información pública del Estado, entre ella los estándares de interés público, en forma libre.
Resulta indispensable que la codificación de los datos no esté ligada a un único proveedor o poder externo y privado de fijación de estándares. Es fundamental que se pueda acceder a esta información sin necesidad de realizar acuerdos o contratos con proveedores privados de software. A tal efecto se debe tener al menos un Software Libre de referencia para acceder a cada tipo de datos
Si no existen estándares públicos sobre intercambio de datos, la elección de determinado software propietario por parte del Estado limita la libertad de elección del ciudadano en materia de su propia elección, lo que constituye una violación de la igualdad de los oferentes de software ante la ley.
El software propietario crea estándares que intencionalmente hacen cada vez mas complejo el trabajo de la competencia para crear productos que interoperen con otros y usa formatos secretos. El usuario queda atrapado en un determinado proveedor, lo cual es un gran riesgo, ya que es el único que puede ofrecer acceso a ellos. Cuando las decisiones sobre estos estándares son tomadas exclusivamente teniendo en cuenta los intereses privados pueden dejar a los usuarios cautivos, forzándolos a actualizaciones onerosas de software para poder acceder a su propia información.
Dos fragmentos ilustran claramente esta situación.
[103]: Uno de los ejemplos más patéticos de fijación de malas normas puede verse en Argentina..La AFIP (ente recaudador de impuestos) exige a los contribuyentes la presentación de diversas declaraciones en formato digital. La AFIP exige que la presentación sea hecha exclusivamente a través de la ejecución de programas específicos provistos por esa organización. Estos programas son gratuitos, pero entre sus requerimientos de ejecución se incluyen, como sistemas operativos, exclusivamente ``Windows 95, 98 o superior''. Es decir que el Estado está exigiendo a los ciudadanos que compren un determinado producto de un determinado proveedor al solo fin de poder cumplir sus obligaciones impositivas. Esto es equivalente a dictar que los formularios no digitales sólo pueden ser completados usando lapiceras fuente marca ``Mont Blanc''.
[027]:El país de los tecnocretinos...
Dejemos de lado por un instante a los expertos, para ir a ver lo que pasa en el mundo paralelo imaginario de los TecnoCretinos, en el que una empresa llamada MacroPrensa obtiene poco a poco el control absoluto de todas las imprentas del planeta. Esta no controla directamente los periódicos, pero es la que los imprime con los caracteres MacroPrensa, de los cuales es la única propietaria. Un buen día, tras una gran campaña publicitaria alabando las bondades de un nuevo juego de caracteres que permitirá obtener periódicos más modernos, esta empresa comienza a imprimir todo con caracteres klingonianos (el alfabeto de los Klingons en la famosa serie StarTrek). De esta manera, nadie más puede leer los nuevos libros o periódicos sin recurrir a la Lupa de la MacroPrensa, disponible a la venta en todos los kioscos, donde es distribuída con cargo a los editores de periódicos. El público, encantado de la maravillosa novedad tecnológica, se adapta y compra la Lupa. Envalentonados por el éxito de esta iniciativa, MacroPrensa comienza a cambiar el juego de caracteres periódicamente, todos los años, y después todos los semestres; las viejas Lupas ya no pueden leer los nuevos periódicos y hace falta renovarlas con grandes gastos cada dos o tres meses. Un competidor de MacroPrensa ve ahí una gran ocasión para producir una Minilupa mucho menos costosa que la Lupa Macroprensa, y comienza a venderla en los kioscos. Pero los kioscos tienen un contrato de exclusividad con MacroPrensa y rehusan distribuírla. Peor aún, MacroPrensa demanda al competidor ante la Justicia por violación de los derechos de autor, pues lo considera culpable de haber analizado los caracteres klingonianos a fin de construir la Minilupa. Y gana...
...no está muy lejos
Pero qué idiotas, dirá usted, quién puede dejarse hacer eso? Pues bien, permítame decirle que el mundo de los TecnoCretinos no está muy lejos. Hace dos años quise presentar a la UE una solicitud de financiación para la visita de un investigador inglés a nuestro laboratorio. Para eso busqué el formulario, y me dijeron que la manera más fácil de proceder era obtenerlo desde el servidor de Web www.cordis.lu de la comunidad europea, ya que el correo normal podía tardar algún tiempo considerable. Dí así con un documento que se llamaba machin.doc y que estaba escrito con Microsoft Word para Windows versión vaya-usted-a-saber.
En Klingoniano. No hay problema, me dije a mí mismo, tenemos un MacIntosh en el laboratorio con la lupa Microsoft Word versión 6.0. Esta es de la misma empresa, la más reciente, luego podré leerlo bien. Cuando pensé esto eran las 10 de la mañana. Para mi gran sorpresa, Microsoft Word en MacIntosh, después de una docena de minutos de ``conversión'', bloqueó la máquina y me vi obligado a apagar y volver a encender, perdiendo mi trabajo. Así comenzó una verdadera batalla con la Lupa, donde al final salí vencedor pero agotado a eso de las 19 horas, con una versión del formulario rellenado, obtenido imprimiendo las páginas una a una y con manipulaciones complejas en cuyos detalles no entraré. Basta decir que me entraron muchísimas ganas de llevar esto ante la Justicia, pero sin muchas esperanzas de ganar. Todo esto por qué? Por un formulario extremadamente simple con las casillas Nombre, Apellido, etc., que lo habríamos podido preparar muy fácilmente con un formato de archivo libre y público, tal como el HTML que se utiliza desde 1991 en la Web. Han pasado ya dos años y en http://www.cordis.lu nada ha cambiado. El aspecto es muy atractivo, pero los formularios y la documentación que contiene información que debe ser libre y gratuita y que son de importancia vital, están todavía presentados solamente en formato privado, típicamente Microsoft, e, increíble pero cierto, compatible solamente con los productos Microsoft para PC. A causa de esto, nuestro laboratorio pronto comprará un gran PC con Windows 95 y Microsoft Office, solamente para poder leer los documentos de la UE. La Lupa Klingoniana avanza. Además, con esta Lupa el formato de archivos cambia de versión en versión, de tal suerte que Word 5.0 no puede hacer nada con los archivos de Word 7.0, y peor aún, el Word 6.0 en Mac tiene problemas para leer archivos de Word para Windows. Hemos caído en la trampa! No es suficiente con comprar Microsoft Word una vez; deberemos pagar de nuevo cada versión, sólo para poder continuar leyendo los archivos nuevos de otros. Y si por azar habíamos comprado un producto complementario para la versión 5.0, por ejemplo un diccionario en español, habrá que comprar uno nuevo en la nueva versión; la vieja será ``incompatible'', aún cuando el español no haya cambiado entretanto. Advertirá que se trata de un verdadero y limpio secuestro de nuestra información: una vez que los datos entran en Word o Money, ya no hay manera fácil de recuperar todo el trabajo que usted ha hecho para transferirlo a otro programa si decide no comprar más productos Microsoft. Se cuidaron muy bien de no suministrar convertidores eficaces hacia otros formatos[+]. Además intentaron varias veces hacer que se aprobaran leyes prohibiendo a los competidores la utilización de sus formatos propios de archivos, o incluso su análisis. Si se llegaran a aprobar estas leyes, una empresa que venda una Minilupa convertidora sería culpable de violación de las leyes de derechos de autor[+]. Pero son nuestros datos los que están en juego. Bienvenidos al país de los TecnoCretinos!
Prácticas dudosas Resumiendo la técnica es simple: por un lado se hace caer a los consumidores en la trampa secuestrando su preciosa información en un formato propietario, el cual es constantemente ``actualizado''. Debido a estas modificaciones, los usuarios se ven obligados a comprar cada 6 ó 12 meses una actualización de todas sus aplicaciones, tan sólo para poder continuar leyendo sus propios datos o acceder a información que (de manera innecesaria) es suministrada bajo este formato privado. Por otro lado, se entrampa a los competidores: no se les da la documentación [del sistema operativo] y se introducen variantes arbitrarias con la única meta de no permitir que los productos que ellos desarrollan funcionen correctamente. Es más, si la competencia llega a descubrir que una de las modificaciones tenía como único fin el hacer funcionar su producto con menor eficiencia que el producto equivalente del monopolista, son condenados por haber hecho ``ingeniería al revés'' (reverse engineering), el equivalente informático a desmontar el motor de un Twingo para ver como está hecho. Esta última técnica es especialmente poderosa si el editor de software detenta a la vez el sistema operativo (Windows 95) y las aplicaciones (MS Word, Excel, etc). En tal caso es técnicamente posible modificar el sistema para tornar inestables o inutilizables los productos de la competencia, y a la vez mejorar las prestaciones de sus propios productos. Es lo que se ha hecho en Windows NT Workstation, limitando artificialmente a diez los accesos simultáneos a la máquina; esto hace inutilizable el servidor Web de Netscape sobre NT Workstation (ver [13] y [14]). Si quiere resolver esto, deberá comprar la versión Windows NT Server, muchísimo más cara, la cual incluye gratuitamente un servidor de Web de Microsoft. La treta pone fuera de juego a Netscape. Esto es simplemente maquiavélico, y aún más cuando descubrimos que las dos versiones, NT Workstation y NT Server, son prácticamente idénticas y sólo se diferencian en un puñado de líneas, tal y como se documenta en [15] y [16]. El resultado final de estas prácticas dudosas es simple: se impide que el usuario pueda elegir otra cosa que no sea un producto Microsoft. Junto con la reducción a cero de los costos y de los riesgos, tal cual como vimos anteriormente, esto permite al monopolio establecer un verdadero impuesto sobre la información, donde Microsoft es el único beneficiario. Después de todo, si Bill Gates ha sido recibido con honores dignos de un Jefe de Estado en el Elíseo, se debe a que se trata de la visita de la versión ``cyber'' del recaudador de impuestos. Un impuesto que no tiene nada de virtual: enormes sumas de dinero salen de la Comunidad Europea cada año en contrapartida por productos de mala calidad que nos vuelven más y más dependientes de la mala tecnología del otro lado del Atlántico. Es más, estos productos se distribuyen en Europa a precios exorbitantes, muy superiores a los precios americanos o canadienses. No se deje engañar por los que le dicen que los programas en Europa son más caros porque necesitan ser traducidos. Si echa un vistazo al servidor Web de Microsoft, se enterará de que consideran ``ilegal'' (sic) comprar su software en versión francesa en Canadá (en donde es mucho más barato que aquí) para utilizarlo en Francia [17]. Y el ``libre'' mercado? Nos ordeñan como a las vacas lecheras, y la pasividad de los gobiernos europeos, que comienza a parecerse bastante a la cooperación activa si uno piensa en http://www.cordis.lu, es absolutamente inexplicable, visto el tamaño de este verdadero expolio.
Los datos deben ser almacenados de forma tal que el acceso a ellos por parte de las personas e instituciones autorizadas esté garantizado durante toda la vida útil de la información. En el caso del Estado, cientos de años.
Para garantizar la perennidad de los datos públicos, es indispensable que la utilización y el mantenimiento del software no dependan de la buena voluntad de los proveedores, ni de las condiciones monopólicas impuestas por éstos. Por ello el Estado necesita sistemas cuya evolución pueda ser garantizada gracias a la disponibilidad del código fuente.
Riesgos del Software Propietario:
Que el software contenga mecanismos temporales de inhabilitación automática o controlada desde el exterior. ``si no pagas, lo apago'', ``si me haces la guerra, lo desconecto''.
El Estado no es una entidad única, sino que está compuesto de múltiples organismos con diversos grados de autonomía de decisión.
Por eso, se requieren normas genereles basadas en la ley que impidan que una decisión discrecional de cualquier funcionario, a cualquier nivel, en cualquier organismo ponga en riesgo la información que pertenece a los ciudadanos.
Todos sus estamentos y niveles suelen requerir soluciones similares y deberían formar un conglomerado para financiar el desarrollo de una solución común a su problemática, y compartirla entre todas. Esto sólo es posible con Software Libre.
Toda persona que participa en una actividad necesita tener la libertad de poder involucrase en ella y regular el grado de involucramiento. Un Estado debe tener el derecho a participar en cualquier actividad de la que dependa su misión fundamental.
El software propietario, obliga al Estado a renunciar a tomar decisiones, ya que éstas le son dictadas por el dueño del programa. Estas decisiones van desde la plataforma de hardware, hasta los programas a usar para tareas relacionadas. El derecho-habiente se asegura que su software funcione mejor o únicamente, interactuando con otros de su propiedad. Sólo él tiene la facultad de corregir errores, agregar funcionalidad, o quitarla. Además de la obvia e inaceptable dependencia de un único proveedor que esta restricción implica, el Estado queda sin curso aceptable de acción en muchas situaciones
[165]:
El Software Libre permite que cualquier Estado o particular se involucre al nivel que desee en su proceso de construcción y desarrollo, permite al usuario corregir y modificar el programa para adecuarlo a sus necesidades.
Esta libertad no está destinada solamente a los programadores. Si bien son éstos los que pueden capitalizarla en primera mano, los usuarios también se benefician enormemente, porque de esta manera pueden contratar a cualquier programador (no necesariamente a la empresa propietaria) para que corrija errores o añada funcionalidad. Las personas que puede contratar no sólo no tienen exclusividad alguna sobre la posibilidad de contratación, sino que tampoco la adquieren a partir de sus modificaciones. De esta manera, el usuario puede asignar sus recursos a resolver sus necesidades de acuerdo a sus propias prioridades, pidiendo varias cotizaciones y quedándose con aquella que le ofrezca mejor relación precio/prestación, sin exponerse a chantajes, extorsiones, monopolios y relaciones comerciales injustas.
Está Roto, y No Se Puede Arreglar [103]
Pero ante esta situación el técnico apenas alcanza a diagnosticar: ``se colgó''. Lamentablemente, los profesionales locales no pueden dar respuesta a estos problemas, porque el conocimiento necesario para darla está restringido a los empleados del propietario de los programas en juego. Es cierto: los propietarios ofrecen onerosos cursos en los que capacitan profesionales para resolver problemas, pero ellos dictan la profundidad de esos cursos, nunca revelan todos los detalles, y no proveen ninguna manera de corroborar que lo que enseñan es realmente correcto. En suma, nadie sabe exactamente qué pasa, solamente sospecha. Y aún si una de estas sospechas fuera correcta, aún en el improbable caso de que alguien, fortuitamente, descubriera la causa de un determinado error y pudiera eliminarlo para siempre... ¡Tendría prohibido hacerlo!
El software propietario reduce a los profesionales locales al papel de reinstaladores y reseteadores
Libertad de elección de software, hardware, soporte y formación
Es conveniente que para cada necesidad operativa existan diversas alternativas y que éstas puedan funcionar con los mismos datos y formatos. El Estado tiene la libertad de fijar una política respecto de la tecnología de información que emplea dentro de los límites impuestos por su función. Debe preservar la neutralidad tecnológica.
El mundo del software propietario se encamina cada vez más hacia monopolios en cada segmento y lo que es peor, monopolios verticales que traban la posibilidad de usar software de una empresa en un área y de otra en un área diferente, ya que no se podrían comunicar entre sí.
Mediante la técnica de incorporar programas aislados al sistema operativo, Microsoft va extendiendo su monopolio a otras áreas. Antes el entorno gráfico era un programa, hoy es el propio sistema operativo. El navegador web fue un programa independiente, luego, para eliminar la competencia de Netscape, lo incorporaron al Windows,
En el mundo libre existen alternativas para cada segmento: sistema operativo Gnu/Linux, Hurd o Bsd; escritorio de trabajo Kde o Gnome; motor de bases de datos Mysql o Postgres, etc.. Cada día estas variantes operan mejor entre sí. Por otro lado cada novedad incorporada en uno es rápidamente duplicada en el otro, utilizando las mejores técnicas y sin reinventar la rueda.
[TCO] Costo total de posesión
Cuando se analiza el precio de una solución tecnológica se suele hablar del TCO. El coste del software es especialmente importante en la Administración pública, ya que se habla de dinero público [013]. No debe tomarse el costo como el motivo central de la opción por el Software Libre, pero sin duda es un motivo importante.
Según un estudio de la consultora Robert Frances Group publicado en el año 2002, el coste total de propiedad del sistema operativo libre Linux era menos de la mitad que el de Windows. En el estudio se analiza el coste de diferentes servidores durante un período de tres años y se constata que gran parte del ahorro proviene de no tener que pagar licencia por el Software Libre y de sus menores costes de administración. Sin embargo, también deben considerarse otros aspectos positivos del Software Libre, como la independencia del proveedor. En el mismo sentido se expresa un estudio realizado por la consultora Consulting Times, en este caso sobre el coste de propiedad de sistemas de correo: también concluye que las soluciones basadas en Software Libre son mucho más económicas en todos los casos planteados.
Existe otro estudio auspiciado por Microsoft que indica que el TCO es mayor con Software Libre. Este estudio se basa en que la mano de obra para el Software Libre es mas cara. Desde ya que este estudio toma el valor de la mano de obra en EEUU, mucho mas alta que en el tercer mundo, mientras que las licencias tienen precio uniforme. Por otro lado sería realmente bueno que el uso de Software Libre vuelque mas recursos a la gente que a las licencias. Pero más allá de esto, el estudio no tuvo en cuenta que un administrador GNU/Linux puede manejar muchos mas servidores que uno de Windows, debido a la automatización inherente al Software Libre.
Se requiere una infraestructura tecnológica con una estructura de costos razonables para poder alcanzar la máxima eficiencia económica. Nada tiene que ver la cantidad de computadoras en que se usa un software o la cantidad de usuarios, con su costo de creación. Esta es una medición ficticia del costo (o de su escasez económica), ya que el costo de creación es indistinto del número de copias. El software, una vez creado no es escaso. Solo el Software Libre se adapta a esta realidad económica.
El Software Libre no es necesariamente gratis. Puede tener un costo, sobre todo si es necesario desarrollar o modificar un programa, pero un vez creado cualquiera es libre de usarlo en todas sus computadoras.
Según los sistemas instalados, sus costos, y las herramientas disponibles para reemplazarlas, el ahorro en licencias al usar Software Libre puede ser realmente importante.
Los requisitos de hardware necesarios para cada alternativa deben ser incluidos en el TCO. En general GNU/Linux posee unos requisitos de hardware inferiores que Windows, para la misma función.
La prestación de los servicios del Estado no es optativa, ni admite demoras ni obstáculos. Se requiere un sistema legal que permita usar el software disponible en cualquier lugar y de la mejor forma posible.
El sistema de licencias del software propietario es muy difícil de mantener y asegurar su cumplimiento en todo el Estado. El sistema de compra de los Estados hace casi imposible usar marcas en los pliegos de compras, realizar acuerdos de pago de licencias basados en la cantidad de empleados, adquirir software propietario y mucho menos hablar de pagar multas y otras acciones habituales asociadas al uso de software privativo. Los funcionarios estatales que usan software privativo, sin tomar los costosos recaudos de tener una licencia por cada computadora, están expuestos a acciones legales y problemas patrimoniales de todo tipo.
Los distintos modelos de licenciamiento propietario son fuente constante de confusión acerca de la legalidad de usar cierto programa para determinado propósito, en determinada computadora, por parte de un de un determinado grupo de usuarios, situación que se complica significativamente cuando hablamos de usar una combinación de varios programas. Esto conforma un grave riesgo ya que un malentendido sobre términos de licenciamiento, un cambio en éstos, su caducidad o una suba de precios pueden llevar a que el Estado deba suspender la prestación de un servicio por carecer de las licencias necesarias. [165]
Los problemas del Software Propietario no tienen su origen en las características técnicas del software, sino en su modelo de licenciamiento propietario que impone prohibiciones expresas, o restricciones de orden práctico insuperables que impiden cumplir las pautas de dichas licencias.
El Software Libre evita este problema y ahorra posibles juicios y controversias contra el Estado y sus funcionarios.
El modelo de licenciamiento es más importante que el precio o la tecnología. La licencias a usar en el Estado debieran permitir sin límite de tiempo, ni en la cantidad o tipo de computadoras, ejecutar, estudiar, mejorar, y distribuir el programa de acuerdo a las necesidades del Estado, y no las del proveedor. Solo el Software Libre se licencia de dicha forma.
En cuanto a la producción de software se requiere organizar un sistema de tracking de código fuente, necesario para establecer quién es autor de qué y sobre qué bases. Organizar esto es altamente costoso y complejo, tanto en el Software Libre como en el Propietario, pero sobre todo en el caso de producción de software basado en el modelo bazar.
Se requiere un software de calidad, eficiente, sin fallas, productivo, confiable y estable, que funcione las 24 hs. Los 365 días, todos los años. Que aproveche los pocos recursos disponibles, que permita trabajar a muchos usuarios en diversas terminales, que mantenga los datos integros, cuyas actualizaciones, correcciones o mejoras no requieran reinstalar todo, o cambiar de hardware y que asegure una amplia variedad de software disponible.
En el software propietario, sólo el fabricante puede solucionar los problemas que puedan surgir, y ello dependerá exclusivamente de la capacidad y la disponibilidad de su departamento de desarrollo.
Se Cayó el Sistema [103] Nadie se asombra ya de perder horas de trabajo porque debió reiniciar su sistema, ni de que sus datos desaparezcan (junto con los de varios colegas) debido a la acción de un virus, ni de las colas detenidas porque la computadora no responde, o cuando de repente el programa que opera se ``cuelga'' sin razón aparente. El usuario está resignado, y acepta estos problemas como parte del precio a pagar por el uso de la herramienta simplemente oprime el botón de ``reset''. Ninguna de estas fallas es inherente a las computadoras: son tan solo la expresión tangible de la impotencia del usuario final ante las fallas de un mecanismo sobre el que no tiene ningún control, y del que depende para poder llevar a cabo su tarea.
El Software Libre, al ser público, está sometido a la inspección de una multitud de personas, que pueden buscar problemas, solucionarlos y compartir la solución con los demás. Debido a esto, y a lo que se llama ``el principio de Linus'' (dada la suficiente cantidad de ojos, cualquier error del software es evidente), los programas libres gozan de un excelente nivel de confiabilidad y estabilidad, requerido para las aplicaciones críticas del estado[148]. Son comunes los casos en que un error de seguridad en GNU/Linux se hace público y se corrige en pocas horas.
El Software Libre se caracteriza por tener ventajas evidentes en cuanto a:
Es indispensable contar con buen servicio técnico y soporte en cuanto a software. Debe darse lugar a la aparición de empresas independientes de soporte en un mercado en libre competencia.
La comunidad que se forma alrededor del Software Libre ha sido su mayor fortaleza, con la construcción de canales de consultas de diferentes niveles en cada región y país. Y con esto, la posibilidad de acceder en última instancia al autor y al código fuente. Lo que permite un soporte comunitario y la aparición de empresas independientes especializadas en soporte.
El software propietario impide contratar servicios técnicos a otros proveedores, sus servicios técnicos o son muy caros o muy malos.
Mucha de la información que maneja el Estado es estratégica y puede ser peligrosa si cae en manos incorrectas y no autorizadas.
Es necesario disponer de sistemas seguros y de redes de comunicación que operen sin interrupciones, virus y crackers; evitar la visión de los datos por terceros (Riesgo de filtración), los datos confidenciales deben ser tratados de tal manera que el acceso a ellos sea posible exclusivamente para las personas e instituciones autorizadas; y reducir toda posibilidad de modificación de datos por terceros (Riesgo de manipulación). La modificación de los datos debe estar restringida, exclusivamente a las personas e instituciones autorizadas.
Para garantizar la seguridad nacional, es indispensable contar con sistemas desprovistos de elementos que permitan el control a distancia o la transmisión no deseada de información a terceros (puertas traseras o bombas de tiempo). Esto puede ocurrir con el conocimiento y el consentimiento de la empresa propietaria del software, por accidente, omisión u error, por decisión autónoma de algún empleado o por influencia de agencias de seguridad nacional del Estado en el cual se asienta la empresa.
La seguridad por la oscuridad ha fallado sistemáticamente. Esta filosofía se basa en la idea de brindar seguridad mediante el desconocimiento. En que el atacante no sepa cómo funcionan los mecanismos de protección. Lo ideal es que solo se deba esconder las claves de acceso. Que existan pocos puntos posibles de ataque. Al emplear mecanismo de seguridad cuyo fundamento es el secreto, se puede acceder descubriendo la clave o descubriendo el funcionamiento del protocolo de seguridad.
Se requieren sistemas cuyo código fuente sea libremente accesible al público para permitir su examen y debate por el propio Gobierno, la oposición, los ciudadanos y expertos independientes en el mundo.
Solo así el Estado puede corregir una falla. Este tipo de inspección sólo es posible con Software Libre. El conocimiento del código fuente eliminará el creciente número de programas con código espía.
La alternativa que ofrece Microsoft a algunos Estados, cuando muestra sus códigos, no es suficiente, pues impide la recompilación del mismo y nada asegura que lo que se muestra sea efectiva y realmente lo que se ejecuta. Por otra parte también la oposición y los ciudadanos deben poder auditar que hace el Estado.
La empresa Mitre ha elaborado un estudio por encargo del Departamento de Defensa de los Estados Unidos donde se analiza el uso de Software Libre y de código abierto en sistemas que se encuentran en producción en este departamento [013]. Las conclusiones son claramente favorables a seguir incrementando el uso del Software Libre, y se destaca la posibilidad que ofrece de solucionar errores de seguridad de forma inmediata sin depender de un proveedor externo. Según este informe, hay más de 115 aplicaciones de Software Libre en uso en el Departamento de Defensa, con más de 250 ejemplos de su empleo en diferentes entornos.
Sólo el Software Libre permite manejar la seguridad en forma abierta y construir un espacio virtual seguro y libre a la vez.
Las organizaciones deben ser capaces de adaptarse a las condiciones cambiantes de su entorno para mantener su rumbo, alcanzar sus objetivos y servir sus propios intereses y responsabilidades. Las burocracias estatales son conocidas por su resistencia al cambio.
El uso del Software Libre requiere cambios, formación de personas y políticas de reentrenamiento y adecuación. Requiere superar la comodidad de una cultura habituada a un estado de cosas en que los ciudadanos pagan por el software que se usa y no se informan de lo que sucede tras bambalinas.
El software a ser promovido por el Estado debe permitir y contribuir con la creación de una economía sustentable y solidaria.
El modelo económico del Software Libre sustituye el modelo de negocios tipo recaudador de impuestos internacional único (impuesto por Computadora Personal o usuario), con soporte policial público, por otro donde diferentes tamaños de organizaciones y empresas brindan servicios en niveles locales, regionales, nacionales, comunitarios, y globales.
El software usado por el Estado debe tender a mejorar la balanza de pagos. Cada cajita de colores con una licencia de Microsoft Office que se importa equivale a cientos de horas hombre de trabajo local necesarias para exportar otros bienes.
La mayoría de las ventas de licencias de software del mundo van hacia EEUU. Es el único país que se beneficia de este sistema y que cuenta con balanzas de pago favorables en este rubro. En el resto del mundo, la industria local se basa en distribuir y dar apoyo y formación a productos realizados en EEUU. En el mundo propietario la inmensa mayoria del software es desarrolla en empresas con casas matrices en EEUU, donde están los profesionales más cualificados que desarrollan Software Propietario..
El Software Libre permite un importante ahorro de divisas.
Trabajo, crecimiento, distribución del ingreso
El software usado por el Estado debe impulsar el crecimiento de la economía local.
En el ámbito de la Administración Pública, una parte importante de la inversión en software se realiza en licencias de sistemas operativos, servidores, bases de datos y paquetes de ofimática, que son producidos en el exterior y que sólo tienen repercusión económica local en los márgenes de distribución.
El software propietario se distribuye uniformemente, y muchas veces no se adapta a las necesidades específicas de empresas y administraciones. Una gran parte de la industria del software se basa en desarrollar proyectos donde se requiere software personalizado.
El Software Libre permite personalizar los programas tanto como sea necesario, gracias a que disponemos del código fuente. La personalización es un área muy importante en que el Software Libre puede responder mucho mejor que el software de propiedad a unos costes mucho más razonables. Es posible desarrollar internamente las mejoras o las modificaciones necesarias, en vez de encargarlas a empresas de otros países que trabajan con licencias propietarias. De este modo, se contribuye a la formación de profesionales en nuevas tecnologías y al desarrollo local bajo los propios planes estratégicos.
El Software Libre mejora la competitividad de la industria local de software, promoviendo el desarrollo tecnológico y la creación de puestos de trabajo más especializados.
El Software Libre mejora la competitividad de la industria local de software, promoviendo el desarrollo tecnológico y la creación de puestos de trabajo más especializados.
En el ámbito de la Administración Pública, una parte importante de la inversión en software se realiza en licencias de sistemas operativos, servidores, bases de datos y paquetes de ofimática, que son producidos en el exterior y que sólo tienen repercusión económica local en los márgenes de distribución.
El software propietario se distribuye uniformemente, y muchas veces no se adapta a las necesidades específicas de empresas y administraciones. Una gran parte de la industria del software se basa en desarrollar proyectos donde se requiere software personalizado. El Software Libre permite personalizar, gracias al hecho de que disponemos del código fuente, los programas tanto como sea necesario hasta que cubran exactamente nuestra necesidad. La personalización es un área muy importante en que el Software Libre puede responder mucho mejor que el software de propiedad a unos costes mucho más razonables. Es posible desarrollar internamente las mejoras o las modificaciones necesarias, en vez de encargarlas a empresas de otros países que trabajan con sistemas de licencia de propiedad. De este modo, se contribuye a la formación de profesionales en nuevas tecnologías y al desarrollo local bajo los propios planes estratégicos.
Por otro lado, todas las mejoras que se realicen no tienen restricciones y se pueden compartir con cualquier otra administración, empresa, institución u organismo que las necesite. En el software de propiedad, estas mejoras o no se pueden llevar a cabo o quedan en manos de la empresa creadora, que normalmente se reserva los derechos de uso y propiedad intelectual y establece en qué condiciones las comercializará.
Siempre fue función de los Estados capitalistas modernos evitar el monopolio.
En los últimos años el sofware propietario ha ido concentrándose tanto horizontal como verticalmente. Las técnicas usadas por estas empresas para lograrlo se basaron en las restricciones de libertades que impone el software propietario. Las empresas que desarrollan este tipo de software tienen a su alcance los siguientes mecanismos:
La creación y modificación de software es una actividad constante. Debe asegurarse un esquema que sostenga su desarrollo en forma sustentable contemplando todas sus etapas. Los Estados deben propulsar un Software tecnológicamente apropiado.
El software propietario se basa en un modelo económico centralista que requiere grandes concentraciones de capital para desarrollar nuevo software junto a flujos financieros internacionales considerables y que depende de maquinarias policiales Estatales para recaudar tasas de uso.
La comunidad de Software Libre es conformada por prosumidores, que crean y usan software tecnológicamente apropiado a las necesidades de la ciudadanía digital moderna y cuyo crecimiento, evolución y adaptación es totalmente sustentable tanto en lo económico, en lo social, y en lo ambiental.
El software propietario se basa en un modelo económico centralista que requiere grandes concentraciones de capital para desarrollar nuevo software junto a flujos financieros internacionales considerables y que depende de maquinarias policiales Estatales para recaudar tasas de uso.
El Estado debe favorecer la participación igualitaria de todas las personas en la creación de software, siempre que tengan aptitud y deseos para ello.
Crear software propietario implica trabajar para empresas multinacionales o contar con grandes capitales para pagar programadores que reinventen todo el software de base para cada nuevo proyecto, o paguen los royalties correspondientes.
Todos los desarrolladores del mundo pueden participar en la construcción del Software Libre en forma igualitaria. La única inversión de Capital es una PC y una conexión a Internet.
Favorecer la innovación tecnológica como mecanismo esencial de progreso es una de las misiones fundamentales de un Estado moderno.
En los últimos años se ha formado una comunidad internacional abierta que comparte conocimiento y de la cual surgen continuamente innovaciones, especialmente en el campo de Internet, que fue moldeada al calor de ésta comunidad. Internet es el marco fundamental para la innovación en cuanto a Software e influye en muchas otras áreas de la ciencia.
El software propietario ha quedado a la saga en cuanto a innovación, intentando permanentemente adaptarse y planeando estrategias para no quedar afuera de la red e impedir que surjan competidores.
En el mundo del software propietario, las licencias de software, la propiedad intelectual y otras herramientas legales y técnicas se utilizan para impedir que terceros participen en ese conocimiento y para que éste continúe siendo patrimonio exclusivo de la empresa que lo creó. La innovación pertenece a una empresa.
El software propietario requiere re-inventar la rueda permanentemente. Numerosas tecnologías se crean y condicionan solamente para poder mantener la compatibilidad de código ejecutable viejo con nuevos procesadores. Se justifican técnicas de objetos, software como java, y otros, en la necesidad de reusar código precompilado. El acceso a las fuentes es la única forma razonable de no replicar y volver a crear código que ya se escribió.
En el mundo del Software Libre, el conocimiento pertenece a la humanidad. Permite construir conocimiento en forma dinámica y en donde siempre se avanza sobre las espaldas de los que dieron los pasos anteriores.
Internet ha sido construida con Software Libre desde sus inicios. Los protocolos que definen la arquitectura de Internet son abiertos y no son controlados por una empresa. Esto es lo que definió Internet como un espacio de Libertad, lo que le dio su carácter y lo que le permitió consolidarse como la red mundial única.
El modelo del Software Libre, donde prima el compartir la información y el trabajo cooperativo, es similar al que tradicionalmente se ha usado en el mundo académico y científico. En estos ámbitos, los resultados de las investigaciones se divulgan en publicaciones científicas, y sirven de base para nuevas investigaciones. Éste es principalmente el modelo sobre el que la humanidad ha innovado y avanzado.
La única opción compatible con la cultura académica es el Software Libre.
El Estado debe estar al mando de la gestión de sus procesos informáticos y tener ndependencia de sus proveedores.
Uno de los grandes problemas del software es la dependencia del usuario con el fabricante. Lo que se acentúa cuando el creador no entrega el código fuente, ya que inevitablemente el usuario queda atado a él, para cualquier mejora que necesite [175].
Con software propietario, quien toma las decisiones es el dueño del copyright, o sea la empresa que lo provee, único capaz de acceder al código fuente. A menudo los proveedores de software propietario se ven obligados a dejar de fabricar un producto por un cambio drástico de las condiciones del mercado, o simplemente porque consideran que ya no podrán rentabilizar la inversión.
El software propietario trabaja habitualmente con formatos propios, cuyos mecanismos de almacenamiento no siempre son públicos, por lo que quizá no sea posible migrar el sistema cuando así se decida.
Estos problemas no son solamente técnicos. Aún cuando el Estado pudiese técnicamente modificar el software, la licencia limitada de uso lo impide.
La naturaleza del software propietario es claramente inaceptable para el Estado. El Estado está expuesto al chantaje (a arbitrarias decisiones de terceros privados) a través de la información que tiene almacenada en formatos propietarios secretos, al sabotaje a través de vulnerabilidades deliberadas o accidentales imposibles de prevenir sin acceso al código.
Es conocido que los programas de computadora a menudo contienen errores, y que no siempre se adecuan perfectamente a las necesidades del usuario. El usuario de software propietario, que ha adquirido meramente una licencia limitada de uso, no tiene otro remedio que recurrir al propietario del programa, en la esperanza de que éste se sienta inclinado a corregir la situación en tiempo y forma (recordemos que la licencia de uso del software es ``tal como está'', de modo que el autor no tiene obligación de corregir eventuales errores). A veces, el usuario está en condiciones de incentivar al autor a corregir un error o agregar una función que necesita, pagándole, pero hay obstáculos:
En otras palabras, el usuario está a merced del propietario del software, que puede atender sus necesidades o no de acuerdo a su sola discreción.
Peor aún, al estar los datos codificados en un formato secreto, el usuario depende absolutamente de que el propietario del software continúe permitiéndole el uso de los programas, porque de otra manera no puede acceder a su propia información. El propietario del software tiene, a todos los efectos prácticos, la potestad de decidir si un usuario determinado puede acceder o no a los datos que él mismo elaboró.
El Software Libre garantiza independencia con respecto al proveedor gracias a la disponibilidad del código fuente. Cualquiera con los conocimientos adecuados, puede seguir ofreciendo desarrollo o servicios para un Software Libre. En el mundo del software propietario, sólo el desarrollador de la aplicación puede ofrecer todos los servicios. Disponiendo del código fuente, cualquier programador puede continuar su desarrollo y sus actualizaciones hasta que el cliente decida que es el momento adecuado de migrar a un nuevo sistema informático. Con Software Libre, la decisión última siempre queda en manos del usuario.
Mediante el uso de Software Libre, el Estado deja de tener sus sistemas controlados por una entidad externa (con frecuencia empresas extranjeras). De esta forma rompe la dependencia tecnológica que lo mantiene actualmente atado y obtiene las libertades que el Software Libre otorga.
En muchos países existen leyes que regulan la protección de datos de las personas individuales. El software del Estado debe permitir el control de la información personal que almacene con seguridad y transparencia.
En el software propietario nunca se sabe si los programadores originales introdujeron a título personal, o por encargo de su empresa o agencias de seguiridad, puertas traseras que ponen en peligro la seguridad del sistema o la privacidad de los datos. Son atentados a la privacidad: El registro del autor (firma) que hace Office sobre los documentos que escribe, impidiendo o dificultando el anonimato; La existencia de mecanismos como TCPA que autentifican todos los programas que corren en una computadora y los informan a una central, solicitando autorización; La recolección de datos de las películas vistas en un DVD y su acumulación en Bases de datos.
Por su carácter abierto, el Software Libre dificulta la introducción de código malicioso, espía o de control remoto, debido a que el código lo revisan muchos usuarios que pueden detectar posibles puertas traseras.
El Software Libre protege la seguridad de los ciudadanos, tanto en su condición de titulares legítimos de la información que suministran al Estado como en su condición de usuarios, mediante una oferta extensa de software desprovisto de potencial código espía susceptible de poner en riesgo la vida privada y las libertades individuales.
El derecho a comunicar y el derecho a conocer la tecnología que se usa permite construir un mundo libre y dinámico. Es esencial para el Estado garantizar al ser humano estos derechos.
El software es un discurso que debe ser comprendido en la libertad de expresión y comunicación. En un mundo cada vez más comunicado y con más de redes horizontales, el derecho a la comunicación es parte esencial de las adquisiciones del ciudadano de la red y sus comunidades. Parte de este derecho es la posibilidad y capacidad de mantener el anonimato como contrapeso esencial del poder de las corporaciones en un mundo de comercio global.
Es esencial garantizar al ser humano estos derechos ya que le permiten tener las libertades esenciales de la vida en red. Entre otras cosas así se garantiza el derecho de asociación y el de organizarse libremente, a partir del uso de Internet con estos fines.
El software propietario imposibilita el conocimiento de cómo se ejecutan las acciones y toman las decisiones en un mundo regido por las computadoras. Al exigir el licenciamiento de tecnologías, restringe y limita en exceso las libertades de la gente y sus organizaciones para establecer mecanismos de distribución e intercambio de información impidiendo el derecho de comunicación.
Nunca puede sobrepasar el derecho comercial a los derechos humanos básicos. Es necesario un nuevo equilibrio.
Al ser abierto, el Software Libre garantiza el primer derecho en cuanto a la tecnología que le compete, la informática. También garantiza el segundo derecho brindando las herramientas fundacionales de la red a la humanidad en forma libre.
Internet representa el comienzo de un nuevo ámbito global de interacción de las sociedades humanas. Se requiere un software que soporte las nuevas pretensiones de la humanidad para compartir y crecer solidariamente.
El tipo de código que se use determinará si sus mecanismos llevan a una sociedad abierta y democrática, o cerrada y estructurada, un ámbito de negocios en libre competencia o un sistema de monopolio absoluto.
La prohibición de que la gente comparta el software con sus compañeros o amigos es un grave contrasentido cultural para muchas comunidades.
El uso de Software Libre permite construir sociedades mas justas y transparentes. El Software Libre es la única opción ante la luz de todas las ideologías políticas. Las razones para oponerse a su uso no tienen relación con las ideas sino con los intereses. Los únicos interesados en que se use software propietario son los propietarios de estos códigos, es decir, unas pocas empresas multinacionales. Para el resto del planeta, ideas e intereses se alinean en favor del Software Libre.
Se debe poner especial énfasis en la educación como derecho y no como servicio. La educación no debe incluirse en los tratados de la OMC como servicio en ningún nivel, ni para las bibliotecas, los museos y otros reservorios culturales. La educación no debe subordinarse a las leyes del mercado.
La educación para la sociedad de la información incluye no sólo el e-learning y otras formas de educación a distancia, sino y sobre todo, uso y apropiación social de las TIC, complementado con libros y otros medios tradicionales de estudio, uso de la tecnología para afianzar el conocimiento local y regional y para fortalecer el rol del docente como facilitador del aprendizaje.
La educación en todos los niveles, formal e informal, de niños hasta adultos debe promover valores de cooperación, sólo posibles desde el uso de un software que garantice nuestros derechos como ciudadanos.
El Software Libre favorece la democratización en el acceso a la información y los sistemas del Estado, facilitando una comunicación multidireccional entre el Estado y su Comunidad. Asimismo, la libertad de copia y distribución del Software Libre le permiten al Estado la concreción de programas de alfabetización informática e inclusión tecnológica para la población utilizando mínimos recursos.
Compartir el conocimiento es uno de los fundamentos de la educación para la sociedad de la información, por lo que el uso de Software Libre es una condición indispensable.
El Software Libre puede servir de herramienta en apoyo a la igualdad y contra la discriminación entre hombres y mujeres y entre los seres humanos entre sí.
Si nos planteamos políticas para contrarrestar la llamada ``brecha digital'', uno de los problemas más graves para afrontar en este sentido es la brecha digital desde la perspectiva de género. En América Latina y en otras muchas zonas del planeta las mujeres están doblemente discriminadas -por cuestiones económicas, culturales y ante las dificultades tradicionales de aproximación a la ciencia y la tecnología y corren el riesgo de quedarse fuera de las políticas de apoyo al acceso a las nuevas tecnologías y a la Sociedad de la Información. Los gobiernos tienen responsabilidad directa en el diseño de políticas para oponerse a esta tendencia.
El Software Libre abre nuevas vías para la incorporación de las mujeres a las TIC. La versatilidad y la posibilidad de modificar el software permite una mejor adaptación a las necesidades específicas en cada caso y facilita el aprendizaje en el uso de las computadoras de quienes tienen mayores dificultades, entre ellos los colectivos de mujeres.
La reducción de costes para la creación de aulas informáticas, la posibilidad de utilizar Software Libre de edición ya diseñado para facilitar al máximo la comunicación de la ciudadanía en la Internet, al que puede accederse de manera gratuita para elaboración de contenidos con mayor facilidad, favorece sin duda una mayor participación de la sociedad y específicamente de las mujeres en esta nueva sociedad que se está conformando y en el que es responsabilidad de todos y de todas que nadie quede fuera.
El Software Libre puede efectivamente ayudar a manejar la diversidad humana, existen innumerables trabajos de investigación en el campo de las personas con capacidades diferentes e incluso distribuciones GNU/Linux que por defecto traen soporte para distintas de ellas.
Los pueblos del mundo requieren software que funcione con su propia lengua.
Para las empresas productoras de software propietario, esta es una cuestión sólo de costos y negocios y no de cultura. Entonces, suelen exigir a las comunidades con pocos integrantes que paguen el desarrollo de versiones particulares de su software para luego terminar vendiéndoselas. Cada nueva versión requiere el mismo esfuerzo.
En el Software Libre cada comunidad es dueña de producir las modificaciones que requiera y apropiárselas sin más control que su propia voluntad. Los principales proyectos libres, como Open Office, KDE, Mozilla o GNOME, tienen numerosas traducciones, así como muchas otras aplicaciones, gracias a que no precisan autorización de ningún propietario y cualquier persona o institución puede realizarlas. En cambio, en el software propietario sólo la empresa productora posee los derechos para realizar la traducción. Además, si el programa que traducimos no dispone de corrector ortográfico en nuestra lengua podemos desarrollar un corrector particular o adaptarle alguno de los existentes en el mundo del Software Libre.
Por último, cabe destacar que cada vez que se crea un nuevo recurso lingüístico en el ámbito del Software Libre (una traducción, un diccionario, un glosario, etc.), éste, al quedar a la disposición de todo el mundo puede ser reutilizado en futuras aplicaciones. En el software propietario, cada traducción y recurso lingüístico pertenece al fabricante y está restringido en su uso.
El Software Libre es probablemente la única opción que van a tener muchos países en vías de desarrollo para sumarse a las nuevas tecnologías.
El software ¿es un bien o es tecnología cultural?, ¿quien debe controlarlo, la gente o las multinacionales?
El software es una lengua, específica para dar ordenes o describir procesos. Como toda construcción cultural humana que cada vez es apropiada y usada por mas gente, es inaceptable que su control pase por una multinacional.
Se necesita un software que requiera leyes razonables. Y que garantice su uso conforme a leyes razonables, especialmente penales. No es sustentable un modelo en que la mayoría de los usuarios violan las leyes sistemáticamente. En estos casos la equivocada es la legislación, no la sociedad.
Sistemas previstos por Trusted Computing Group [146] son extremadamente peligrosos por su capacidad de crear una dictadura digital que haría palidecer al mundo de 1984 [072]. Le quitan al usuario el control de su computadora al sólo permitir la ejecución de programas autorizados por la central. Todas las decisiones las toman las compañias productoras de software y el usuario pierde todo derecho.
La existencia de leyes como Digital Millennium Copyright Act (DMCA)[147] hacen muy peligroso trabajar con software propietario, dado que cualquier característica que aparezca en él y que sea una falla de seguridad que permita acceder a datos con copyright, puede ser usada penalmente en contra del usuario.
Se debe utilizar un software que permita trasmitir el conocimiento contenido. Especialmente si se desea utilizar como sustancia para la educación. El software que use el Estado debe ser fácil de trasmitir para poder mantenerlo y reproducirlo. Es conveniente que sea material de estudio en las Universidades y ejemplo del Estado del Arte en cuanto a Tecnología.
Es imposible estudiar informática sin acceso al código fuente. Usando software propietario sólo se tiene acceso a cajas negras inescrutables. Quienes así lo hacen devienen en meros técnicos que operan soluciones pensadas por otros y que no pueden alcanzar a conocer o modificar [Saravia:EI-03].
El Estado debe hacer pública su información y recibir datos en formatos públicos para garantizar la transparencia de sus operaciones.
El uso de formatos abiertos en el Estado permite acceder libremente a la información que intercambiamos con el mismo (formularios, informes, boletines oficiales), y evita que el Estado obligue a sus ciudadanos a pactar con una empresa particular. Garantiza su futura accesibilidad y la independencia de los cambios de diseño que pudiera cometer quien controle un formato cerrado o no libre.
Esta muy bien que el estado use formatos y estándares públicos para almacenar e intercambiar información. Pero si no existiese al menos un sistema libre que pueda acceder a la información almacenada quedaríamos igualmente limitados ya que no habría un sistema de referencia que permita el libre acceso a la información. Al usar software privativo o propietario, aún si este opera sobre formatos abiertos de información, quedan pendientes las cuestiones relativas al control de la información, la seguridad nacional y la independencia tecnológica
Por lo tanto es necesario usar Software Libre junto con formatos estándares abiertos establecidos por normas públicas para garantizar la transparencia del Estado.
Nada mas variable que los documentos de Microsoft Word y Excel que ni siquiera interoperan con las distintas versiones de su propio software.
El software libre suele respetar los estándares, y crea los adecuados para cada tarea, asegurando la existencia de numeroso software que puede usarlos. No crea lupas klingonianas [027] especiales para favorecer su monopolio. Los estándares respetados suelen fijarse en comités altamente formalizados como la IETF, ICANN o W3C.
¿No es necesario ocultar el código en ciertas áreas? ¿La publicidad del código no facilita el acceso indebido a los criminales informáticos?
No hay sistema totalmente seguro. Existe evidencia científica de que, a iguales condiciones, el modelo de desarrollo del software libre favorece la creacion de sistemas más seguros. Hay programas libres para usar los mecanismos de seguridad más fuertes conocidos.
Si la seguridad depende de que el atacante conozca o no el mecanismo se está colocando el riesgo en una cuestión ajena al protocolo de seguridad.
El hecho de que sean libres les da una garantía de calidad, ya que su publicidad permite que cualquiera pueda detectar y reparar los fallos y riesgos a la seguridad que contenga. Los expertos en seguridad cuestionan fuertemente el concepto de Seguridad mediante la oscuridad. Cuando se oculta el funcionamiento, sólo aquellos que tienen intenciones de vulnerar esta seguridad se toman el trabajo de desarmarlo y ver como funciona, aumentando el riesgo.
Respecto de la seguridad del software en sí, es bien sabido que el software (propietario o libre) contiene errores de programación o "bugs" (en la jerga informática) en sus lineas de código. Los bugs en el software libre se reparan mucho mas rápidamente, que en el software propietario.
Corresponde recordar que, en numerosos casos, las condiciones de licenciamiento incluyen cláusulas de No-Divulgación que impiden a los usuarios revelar abiertamente las fallas de seguridad halladas en el software propietario.
Nada mas lejos de la realidad. Los mejores sistemas de criptografía han progresado en el marco del software libre. Hoy es mucho más fácil configurar discos privados seguros con software libre que con propietario. Con software cerrado nunca se sabrá hasta que punto las agencias de seguridad han conseguido acuerdos con las emrpesas para tener puertas secretas en sus sistemas. Con software libre esto no es posible pues el código es transparente.
TCPA es un mecanismo que permite asegurar que en una computadora solo se ejecuta software autorizado por una central. Se basa en el concepto de elementos confiables, o sea los elementos que pueden violar la seguridad del equipo y que por lo tanto se debe confiar en ellos. Es altamente inconveniente un sistema de esta naturaleza pues quita al usuario el control de su computadora. En este contexto el usuario no es confiable y si lo es la central que lo audita y que generalmente esta en las multinacionales creadoras de software. También podría ser usado por gobiernos fascistas. Es posible implementar con software libre esta plataforma, pero no es recomendable su uso. Sugerimos a los gobiernos prohibir el uso de computadoras con esta tecnlogía, no solo en el Estado sino en toda la sociedad.
Un sistema operativo es un conjunto de herramientas más un núcleo, es lo que permite operar a una computadora y funcionar a sus aplicaciones. Linux es el núcleo del sistema, su código fuente ocupa unos 30 Mb. La mayoría de las herramientas de base para el funcionamiento del sistema fueron concebidas y desarrolladas por el proyecto GNU que tiene varios Gigas de código fuente. Por ello el sistema operativo debe denominarse GNU/Linux.
En segundo lugar hay que desmitificar la palabra hacker. Los sectores de poder en Internet, y que intentan controlarla, impusieron un significado negativo a esta palabra usandola para designar a quienes violan sistemas o protecciones con el fin de robar o hacer daño. Para la gente que realiza estos actos se utiliza la palabra cracker.
Hacker se usa para designar a una persona curiosa que con habilidad y talento investiga, crea nuevas herramientas y resuelve problemas. Es un gran mérito que a una persona su comunidad lo considere como hacker o mago.
No hay que caer entonces en la guerra comunicacional de las corporaciones que intenta asimilar hacker con cracker, y al acto solidario de compartir software con la acción nefasta de asaltar barcos denominada piratería.
GNU/Linux efectivamente fue concebido por hackers para hackers, pero ha evolucionado y cada día es mas facil de utilizar e instalar, perfaectamente puede ser utilizado hoy en día por niños y por personas sin conocimientos informáticos especiales.
Los hackers crearon Internet a partir de una especificación militar que permitía a las redes sobrevivir aún a ataques nucleares, y mediante ella crearon GNU/Linux, y mucho otro software desde el correo electrónico, navegadores, servidores, etc. Practicamente toda Internet funciona sobre código hacker. Las empresas comerciales como Microsoft, IBM, etc. intentaron crear su propias redes, las que finalmente fueron absorbidas por Internet. Entraron tarde a Internet y se tuvieron que adaptar a su filosofia hacker universitaria.
Las empresas de comunicaciones perdieron la guerra por imponer redes facturables en base a tiempo y distancia (como las telefónicas) y tuvieron que comercializar enlaces para Internet.
Hoy la red ha crecido y su código libertario da cabida a muchos actores que conviven en su ámbito. Así usuarios finales encuentran su lugar, junto a empresas comerciales, estados y corporaciones. Todo ello bajo el espiritu hacker, resguardado por la técnica de base de la red, que facilita el anonimato, la libertad, y la descentralizacion. Este es el sustento de la Sociedad del Conocimiento y la garantía de que sea una sociedad democrática. En el mundo virtual la ley se expresa mediante el software, que una vez liberado se ejecuta independientemente de la voluntad humana. Los actos en la red son regulados por este código que define y crea el espacio virtual en cuestión. Internet es una de varias redes posibles, definida por su código de base y especificaciones técnicas.
Internet y el software libre que le dio forma son parte de la mas grande aventura comunitaria emprendida por la humanidad, miles de personas cooperando para construir conocimiento. Es en definitiva un modelo que derrotó a los modelos comerciales cerrados de creación de conocimiento y que tiene mas empuje y vitalidad que estos.
El que haya utilizado Internet ya es usuario de software libre. La mayor parte de la infraestructura de Internet se basa en protocolos abiertos. Más del 60% de servidores web emplean Apache, otro gran número usan SendMail para el envío de correo electrónico y prácticamente la totalidad de los servidores de nombres (DNS), esenciales en el funcionamiento de la Red, utilizan el programa BIND o derivados de su código fuente.
La construcción del edificio del software libre avanza a más velocidad que la del comercial, pues ladrillo que se pone queda, no es necesario reinventar nada y porque los recursos combinados de inteligencia hacker en el mundo no pueden ser superados por ninguna multinacional. Hoy ya se llego a construir mejores sistemas operativos y aplicaciones de oficina, se esta llegando al nivel de las bases de datos comerciales y se sigue avanzando.
Por lo tanto es razonable apostar por un movimiento que viene creciendo y superando a los otros. Los riesgos en este caso son que las corporaciones, particularmente las de edición musical, en alianza con los gobiernos logren alterar mediante leyes como la DMCA, patentes de software y TCPA el espacio libre de la red universal. Cosa que parece dificil que puedan conseguir y cuyo efecto sería solamente hacer mas lento un proceso inevitable.
Se debe usar software libre en todos los sistemas, nuevos y viejos; ya que los sistemas anteriores seguirían siendo perjudiciales, poniendo en riesgo la seguridad, generando dependencia tecnológica, e impidiéndo ejercer control sobre la propia información.
El software propietario actua como una drogadicción, es costoso migrar y reeducar a los usuarios, pero cuanto antes se haga mejor.
Sí, lo sería. Una migración involucra costos en relevamientos, toma de decisiones para implementar los nuevos sistemas, mano de obra para implementar el cambio, conversión de datos, reentrenamiento del personal, desarrollo y tiempo.
Todos estos son inversiones fijas, que se pagan una vez. El software propietario también tiene sus costos fijos.
Pero además de éstos, hay otros costos inherentes en el software propietario: actualizaciones permanentes (acentuadas por un efecto de monopolio autosostenido), pérdida de interoperabilidad, mantenimiento (con las desventajas obvias de ser un cliente cautivo de un contratista con monopolio sobre el mantenimiento, y capaz de cobrar lo que quiera) y por sobre todo, el inmenso costo que tiene para el estado la pérdida de las libertades que le garantizan el control de su propia información.
Estos costos son permanentes y crecientes a lo largo del tiempo (incluso si sólo se
consideran los monetarios), y tarde o temprano, superarán a los costos fijos de realizar una migración. Por lo tanto, dado que la migración, a la larga, nos beneficiará económicamente conviene llevarla a cabo lo antes posible, en vez de esperar que los costos crezcan hasta volverse incontrolables
Es un costo a corto plazo, pero un ahorro enorme a largo plazo. Y que además produce beneficios mayores.
Es cierto que mucho código (sobre todo administrativo) está desarrollado internamente, y los problemas de reemplazarlo son complicados, ya que no tienen reemplazo libre por ser algo muy específico y son muy costosos para re-desarrollar.
Pero dado que el código desarrollado internamente es propiedad del estado, este puede tramitar su relicenciamiento para declararlo software libre. De esta forma, todo este código se transformaría a programas libres sin esfuerzo técnico, sin necesidad de actualizar sistemas, ni volver a capacitar al personal.
Existen países (España) que tienen normas que declaran libre a todo software que se usa en el estado.
En muchos casos el software realizado por el Estado, no responde a un plan central sino que cada usuario o dependencia lo creo en forma artesanal y sin interoperar con sistemas centrales. En dichos casos puede ser conveniente efectuar un reemplazo.
Cuanto más tiempo se demore la migración a otra tecnología, ésta se tornará más onerosa y al mismo tiempo se irán incrementando los riesgos de seguridad asociados con el software propietario. De esta manera, el uso de sistemas y formatos propietarios va haciendo que el Estado se vuelva cada vez más dependiente de proveedores determinados. Por el contrario, una vez implantada la política de uso de software libre (implantación que, es cierto, implica un costo), la migración de un sistema a otro se hace muy sencilla, ya que todos los datos están almacenados en formatos abiertos. Por otra parte, la migración a un entorno de software abierto no implica más costos que la misma entre entornos distintos de software propietario. Costos que habra que pagar regularmente cada vez que se deban licitar los sistemas. El software libre interopera entre si, por lo que cambiar de proveedor no representa un costo.
En general todo usuario sabe que es muy dificil obtener respaldo técnico adecuado de las corporaciones. Las mesas de ayuda rara vez funcionan adecuadamente y cuando lo hacen son servicios muy caros. Cuando hay un problema real raramente sirve su ayuda.
En el mundo del software libre la comunidad ayuda. Es mas facil conseguir la respuesta a un problema simple a través de las listas de los grupos de usuarios. Y si el problema es complejo, siempre esta disponible el código fuente y se puede contactar a sus autores que habitualmente suelen responder. La cultura de soporte de la comunidad libre es mucho mas eficaz que la del propietario.
Por otro lado nada impide crear una estructura comercial de soporte para el software libre. Los mismos técnicos recapacitados, podrían seguir cumpliendo sus funciones. El software libre tiene también soporte empresarial, al igual que el propietario. Algunas empresas como IBM dan soporte a software libre y propietario, otras como Red Hat, dan soporte a software libre solamente, y otras desarrollan software libre a pedido.
Con software libre se puede elegir a quien contratar para soporte, en función de cuan capacitado esté, y cuanto quiera cobrar. De esta forma se impide la extorsión que puede realizar la empresa dueña de un software propietario, aprovechando su exclusividad sobre el soporte y mantenimiento de su software, que le otorga un monopolio.
Entre las opción para elegir, en el caso del software libre, se incluirían también como posibilidades a los técnicos y empresas locales, de esta forma fomentando el desarrollo y la economía local. Otro medio disponible son los acuerdos con las universidades, que son fuente de personal capacitado y que pueden colaborar para ofrecer soluciones y desarrollo de sistemas.
Es posible usar software libre sin servicios de soporte (así como sucede también con el software propietario) pero quienes los requieran pueden conseguir soporte y educación por separado, tanto de empresas locales cuanto de corporaciones internacionales, también como en el caso de software propietario.
Es un principio bien establecido que el Estado no tiene el amplio espectro de libertad
contractual del sector privado, pues precisamente esta limitado en su accionar por el deber de transparencia de los actos públicos; y en ese sentido, la preservación del mejor interés común debe prevalecer cuando se legisla sobre la materia.
La igualdad ante la Ley no se altera, pues ninguna persona natural o jurídica esta excluida del derecho de ofrecer estos bienes al Estado en las condiciones fijadas, sin más limitaciones que las establecidas en las leyes que, sobre contrataciones y adquisiciones que el Estado posea.
Debe tenerse en cuenta que una política de este tipo no discrimina en contra de software o proveedores específicos, sino contra ciertas prácticas nocivas que involucran el control de la información del usuario por parte del proveedor. Es fundamental que el estado no se someta a estas presiones. Eso es lo que motiva las restricciones de esta política, que tienen como fin establecer cualidades mínimas para garantizar los derechos de los ciudadanos, la calidad del software y la seguridad de la información. Todas las empresas que acepten proveer su software sin comprometer estos derechos fundamentales no tendrán problema alguno en llegar a ser proveedoras del Estado.
No hay discriminación alguna, pues sólo se establece como han de proveerse estos bienes (lo cual es una potestad estatal) y no quien ha de proveerlos (lo que en efecto resultaría discriminatorio si se impusieran restricciones basadas en origen nacional, raza, religión, ideología, preferencia sexual, etc.) Es mas, las condiciones de provisión del software propuestas, impiden a los organismos estatales el uso de programas cuyo licenciamiento incluya condiciones discriminatorias.
Establecer condiciones para el empleo del software por parte de las instituciones estatales no atenta contra la libre iniciativa privada, pues las empresas pueden elegir siempre bajo qué condiciones distribuir su software, sólo que algunas de estas condiciones serán aceptables para el Estado y otras no.
Esta libre iniciativa es desde luego, compatible con la libertad de industria y con la libertad de contratación (en los términos acotados en que el Estado puede ejercer esta última). Cualquier sujeto privado puede desarrollar software en las condiciones que el Estado lo requiere, o puede abstenerse de hacerlo.
Incluso Microsoft podria ofrecer a los organismos del Estado su "suite" de oficina, en las condiciones pedidas y fijando el precio que considere conveniente. Si no lo hiciera, no se debería a restricciones impuestas, sino a decisiones empresariales respecto al modo de comercializar su software, decisiones, en las que el Estado no tiene participación.
De hecho es practica habitual en muchos gobiernos realizar licitanciones publicas especificando marcas en sus compras, lo que es incorrecto y muchas veces ilegal.
Si se pusiese en las licitaciones solamente las caracteristicas de lo que se requiere no habria chance para el softwre propietario. Tampoco habría necesidad de especificar por ejemplo softwre antivirus. Pues se supone que los sistemas operativos debieran funcionar correctamente y sin posibilidad de esto errores (bugs).
Por otro lado la técnica de comercializacion por derrame de copias ilegales y luego realizar acuerdos de legalización bajo las presiones de la BSA u Software Legal, han sido exitosas pero ilegales. Los funcionarios públicos deben violar la ley para adquirir software por acuerdos globales con una sola firma a un precio negociado a puertas cerradas. Sean acuerdos del tipo campus o de licencias por cantidad de personas o sean acuerdos de legalización para el pago de multas, son ilegales y pueden ser perseguidos por los fiscales de cada país.
No se excluye a nadie ``a priori'', sino en base a una serie de principios decididos por la voluntad autónoma del comprador, en tanto el proceso se lleve a cabo conforme a la ley. Nadie esta excluido de competir en tanto garantice el cumplimiento de los principios básicos.
Se estimula la competencia, pues alienta a generar oferta de software con mejores condiciones de usabilidad, y a optimizar trabajos ya establecidos, en un modelo de mejora constante.
De otro lado, el aspecto central de la competitividad es la oportunidad de proporcionar al consumidor mejores opciones. Ahora bien, es imposible desconocer que el marketing no juega un papel neutral a la hora de presentar la oferta al mercado (pues admitir lo contrario habilitaría a suponer que las inversiones que las empresas realizan en marketing carecen de sentido), y por consiguiente un gasto significativo en este rubro puede influir las decisiones del comprador. El software libre no se difunde por marketing sino por militancia comunitaria, si bien algunas empresas últimamente han realizado publicidad con GNU/Linux.
La elección no debe ser influida por el esfuerzo de comercialización; en este sentido, la competitividad se acentúa, pues el más pequeño creador de software puede competir en un pie de igualdad con la más poderosa de las corporaciones.
Es necesario recalcar que no hay posición más anti-competitiva que la de los grandes
distribuidores de software propietario, que frecuentemente abusan de su posición dominante, porque en innumerables casos proponen como soluciones a problemas planteados por los usuarios: "actualice su software a la nueva versión" (con cargo para el usuario, por supuesto); además, son comunes las interrupciones arbitrarias de asistencia técnica para programas que al sólo juicio del proveedor, son "antiguos" u obsoletos; luego para recibir algún grado de asistencia técnica, el usuario se ve obligado a migrar (con costo no trivial, especialmente porque suele involucrar cambios de la plataforma de hardware) a nuevas versiones. Y como toda la infraestructura esta consolidada en formatos de datos propietarios, el usuario queda "atrapado" en la necesidad de continuar empleando los sistemas del mismo proveedor, o realizar el enorme esfuerzo de cambiar a otro ambiente (también probablemente propietario).
El software libre no es comparable a una marca determinada, ya que para que un programa sea libre basta con que se otroguen las facultades apropiadas al usuario, condición que cualquier empresa nacional o extranjera puede cumplir. Esto es diferente a decir "se exige marca X", que es una condición que solo la empresa X puede cumplir. Además no hay imposición sobre la libertad de decisión de los ciudadanos, ya que una política de uso exclusivo de software libre es una decisión del Estado y para el Estado, es decir, de administración de sus sistemas internos. Es lo que le corresponde a un gobierno: organizarse internamente de la mejor forma posible para defender los derechos de los ciudadanos y proteger su propia seguridad.
Incluso ni siquiera es necesario especificar una marca como Linux, ya que hay varios sistemas operativos libres como BSD.
En el sector privado de la economía suele ser el mercado quien decide que se usa. Pero en el caso del sector público, el razonamiento no es el mismo: como ya establecimos el Estado almacena, manipula y transforma información que no le pertenece, sino que la ha sido confiada por los ciudadanos que, por imperio de la ley, no tienen más alternativa que hacerlo. Como contraparte a esa imposición legal, el Estado debe extremar las medidas para salvaguardar la integridad, confidencialidad y accesibilidad de esa informaciones. El empleo de software propietario arroja serias dudas sobre el cumplimiento de estos atributos, a falta de evidencia concluyente al respecto y por lo tanto no es apto para ser usado en el sector público.
La necesidad de una ley estriba, por un lado, en la materialización de los principios fundamentales antes enunciados en el campo específico del software. Por otro, en el hecho de que el Estado no es una entidad ideal homogénea, sino que esta compuesto de múltiples organismos con diversos grados de autonomía de decisiones. Dado que el software propietario es inapropiado para ser empleado, el hecho de establecer estas reglas en la ley impediría que la decisión discrecional de cualquier funcionario ponga en riesgo la información que pertenece a los ciudadanos. Y, sobre todo, porque constituye una reafirmación actualizada en relación con los medios de tratamiento y comunicación de información empleados hoy en día, sobre el principio republicano de publicidad.
Conforme a este principio universalmente aceptado, el ciudadano tiene derecho a conocer toda información en poder del Estado que no esté amparada en una declaración fundada de secreto conforme a la ley. Ahora bien, el software trata información y es en sí mismo información. Información en formato especial, susceptible de ser interpretada por una máquina para ejecutar acciones, pero sin duda información crucial porque el ciudadano tiene legítimo derecho a saber, por ejemplo, como se computa su voto o se calculan sus impuestos. Y para ello, debe poder acceder libremente al código fuente y probar a su satisfacción los programas que se utilizan para el cómputo electoral o para el cálculo de sus impuestos.
Obviamente, al Estado le conviene elegir la solución mas apta para sus necesidades. La clave del problema está en el significado de "más apta". No es necesariamente la solución más usada en el mercado; muchas veces la solución más exitosa lo es solamente por que la empresa que la promovio tuvo una mejor campaña publicitaria, porque atrapó al mercado en un monopolio, porque hizo una buena estrategia comercial, etc.
Tampoco la que tiene toda la funcionalidad necesaria; el Estado necesita más que eso: necesita ser independiente tecnológicamente, poder tener control sobre su propia información y poder proteger la seguridad de sus datos. Esas son algunas de las aptitudes que sólo el software libre puede otorgar, aptitudes que el estado no puede dejar de lado (mientras si puede dejar de lado, en cambio, funcionalidad no crítica).
Por ello, la solución más apta, sea cual fuere, es un programa libre; los programas no libres tienen características que los hacen completamente inutilizables para un Estado, por someterlo a riesgos importantísimos, aún cuando la solución libre que se otorgue, sea ligeramente menos funcional (mientras no se trate de funcionalidad crítica), o más costosa.
La cuestión de quien elige en el estado el software es estratégica. Lo hace ¿el Congreso, el Presidente, los Ministros, los Secretarios, en cada oficina, cada usuario?
Cada nivel de responsabilidad tiene su parte. El Congreso debera fijar las pautas de seguridad, transparencia y durabilidad. El Presidente, a través de el área que gestiona las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación.), establecer mecanismos que aseguren un adecuado, eficaz y eficiente cumplimiento de lo anterior. Cada Ministerio, ente descentralizado y de alli para abajo deberá ejecutar estas políticas de acuerdo a los mecanismos decididos.
No, porque la política no tiene nada que ver con poner trabas o prohibiciones a la industria del software, sino fijando como condición necesaria para uso de software en el estado la característica de "libre" (De la misma manera en que suelen establecerse condiciones necesarias razonables a cumplir en cualquier licitación o contratación que hace el estado).
De hecho, si en "industria de software" consideramos a la industria local, esta será ampliamente beneficiada, ya que el gobierno puede contratar profesionales locales para modificar y adaptar sus sistemas (incluso aquellos no desarrollados localmente), y de esta forma fomentar la industria tecnológica local, la economía y el empleo.
Estos beneficios que distinguen al software libre del propietario, provienen de la posibilidad de inspección y modificación libres a cualquier individuo, en vez de estarrestringidos al proveedor, que puede usar esa restricción para monopolizar el soporte técnico
El modelo de servicios, adoptado por gran número de corporaciones en la industria
informática, es mucho más significativo, en términos económicos y con tendencia creciente, que el licenciamiento de programas.
Por otra parte, el sector privado de la economía tiene la más amplia libertad para elegir el modelo económico que mas convenga a sus intereses, aunque esta libertad de elección quede muchas veces oscurecida de manera subliminal por las desproporcionadas inversiones en marketing de los creadores de software propietario.
Si el mercado Estatal es crucial e imprescindible para la industria del software
propietario, a tal punto que la decision de Estado eliminaría completamente de él a estas empresas, deducimos que el Estado estaría subsidiando a la industria del software propietario.
En tal caso el Estado tendría el derecho en aplicar los subsidios al área que considere de mayor valor social; resultaría innegable que si el Estado decide subsidiar software debería hacerlo escogiendo el libre por encima del propietario, atendiendo a su efecto social y al uso racional de los dineros de los contribuyentes. Por otro lado esta subvención no violaría los acuerdos TRIPS de la OMC ya que se crearia software utilizable libremente en cualquier lugar del planeta. Y que no afecta la habilidad competitiva de nadie.
Respecto de los puestos de trabajo generados por el software propietario en países del tercer mundo, estos tratan mayoritariamente tareas técnicas de poco valor agregado; a nivel local, los técnicos que prestan soporte a software propietario distribuido por empresas transnacionales no están en condiciones de solucionar un bug, no necesariamente por falta capacidad técnica o talento, sino porque no disponen del código fuente a reparar. Con software libre se crea empleo técnicamente más calificado y se genera un marco de libre competencia donde el éxito esta sólo vinculado a la capacidad de brindar buen soporte técnico y calidad de servicio, se estimula el mercado y se incrementa el conocimiento común , abriendo alternativas para generar servicios de mayor valor agregado y mejor perfil de calidad beneficiando a todos los actores: creadores, prestadores de servicios y usuarios.
Es un fenómeno común en los países en vías de desarrollo que las industrias locales de software obtienen la mayoría de sus ingresos en el área de servicios, o en la construcción de software "ad hoc". Por lo tanto, cualquier impacto negativo que pueda tener en este sector se verá compensado con creces por un aumento de la demanda de servicios (a condición de que estos sean prestados conforme a altos estándares de calidad). Desde luego, es probable que las empresas transnacionales de software si deciden no competir conforme a estas reglas de juego, sufran alguna disminución de ingresos en términos de facturación por licenciamiento; pero considerando, que estas empresas alegan sostenidamente que mucho del software empleado por el Estado fueron copiados ilegalmente, se verá que el impacto no ha de ser extremadamente serio. Ciertamente, en todo caso su fortuna estará determinada por leyes del mercado, cuyos cambios no es posible evitar; muchas empresas tradicionalmente asociadas con el software propietario ya han emprendido un camino firme (apoyado por cuantiosas inversiones) para prestar servicios asociados con el software libre, lo cual demuestra que los modelos no son mutuamente excluyentes.
Con una política que especifica requisitos de libertad en el software el Estado está decidiendo que requiere preservar ciertos valores fundamentales. Y lo decide en base a sus potestades soberanas, sin afectar con ello ninguna de las garantías constitucionales. Si estos valores pueden ser garantizados sin tener que escoger un modelo económico dado, los efectos de la ley serían aun más beneficiosos. En todo caso debe quedar claro que el Estado no elige un modelo económico; si sucediera que existe un sólo modelo económico capaz de proveer software tal que satisfaga la garantía básicas de estos principios, se trataría de una circunstancia histórica y no de una decisión arbitraria en favor de un modelo dado.
Esta claro por demás que nadie esta obligado a comercializar su código como software libre. Tan sólo deberá tener en cuenta que, si no lo hace, no podrá venderle al sector público. Este, por otra parte, no constituye el principal mercado para la industria nacional de software. Ya hemos abordado algunas cuestiones referidas a la influencia del software libre en la generación de empleo técnico altamente calificado y en mejores condiciones de competitividad.
La licencia GPL, efectivamente incorpora el concepto de copyleft que impide su apropiación por el software propietario. Esto es bueno porque empresas comerciales no pueden tomar el software libre y desvirtuarlo.
El software no se produce sino que se crea. Tampoco se suele vender (esto implica la transferencia del copyright). Muchas veces los autores trabajan a sueldo de una empresa entonces automáticamente el copyright de sus creaciones es de su empleador.
El software puede ser compartido (libre) o licenciado. De hecho el software libre tambien se licencia con la anti-licencia GPL (copyleft) que usa la infraestructura legal del copyright (copyrestrictions) para eliminar las restricciones de copia.
El valor económico del software viene de la escases artificial creada por las leyes de restricciones de copia y eventualmente las patentes (mecanismo altamente inapropiado para el software) y es reforazado por el poder de policía del estado. Por lo tanto no es una cuestión normal que algo que no es naturalmente escaso tenga valor económico.
Así las restricciones de copia son una externalidad a la economía, algo que impone un costo adicional y una restriccion al libre flujo de ideas en los mercados y comunidades. Creada como medida para facilitar la difusión de la cultura impresa, en la sociedad de la información es anacronica y una remora del pasado.
Frase aplicada a todo lo que se detesta por parte de ciertos sectores. Así como suelen también odiar a los gitanos, drogadictos, homosexuales o a los judios. El software libre puede ser reivindicado por practicamente todas las ideologías. Se lo mire por donde se lo mire es positivo para los ecologistas, los comunistas, los socialistas, los liberales, los conservadores, los religiosos, etc..
La oposición al software libre no es una cosa de ideales sino de intereses. Los únicos interesados en el software propietario son sus propietarios. Cada vez menos y mas concentrados. El software propietario es un desvalor para todos salvo para sus dueños.
Curiosamente el modelo del software propietario cada vez mas se basa en el poder de policía del estado que en un acuerdo de negocios. Asi mediante las presiones de sus ONG: BSA y Software Legal exijen el cobro de un impuesto universal de unos U$S 500 por PC para sistemas operativos, antivirus y paquetes oficina, que van a lo sumo a un par de multinacionales.
Estas presiones muchas veces se ejercen mediante prácticas propias de los regimenes totalitarios como la delación entre empleados y amigos.
El software libre propone un modelo económico basado en los servicios y la economía solidaria.
Esta afirmación supone que el mercado de cesión de derechos no exclusivos de uso a titulo oneroso (venta de licencias) es el único posible para la industria informática cuando ni siquiera es el más importante. El surgimiento de una oferta de profesionales más calificados, en conjunto con el incremento de experiencia que significa para los técnicos locales al trabajar a gran escala con software libre en el Estado, los colocan en una posición altamente competitiva para brindar sus servicios al extranjero.
Esto ocurre sobre todo cuando están pensando en adoptar software libre. Como regla si necesita software de Microsoft anuncie que usara software libre.
Si las ideas fuesen bienes económicos el valor total del software libre producido en el planeta seria monstruoso. Por lo tanto la donación que hace el movimiento del software libre a toda la humanidad tiene mucho mas valor que la de Microsoft o cualqiuer otra empresa.
Esto es cierto, pero tengamos en cuenta que nada cambia tanto como la informática.
Cada cinco años hay cambios importantes como el del DOS al Windows, o el del Windows al GNU/Linux. La flexibilidad y adaptabilidad de las administraciones es algo necesario si se quiere tecnificar la administración.
En realidad es todo lo contrario, gracias a la persistencia del proyecto GNU y a su ubicuo compilador gcc, es posible ejecutar software libre desde en relojes hasta grandes mainframe. De hecho las grandes computadoras científicas se estan construyendo con clusters bajo GNU/Linux. Raramente el software propietario logra estos extremos. La distribución como código fuente permite recompilar con facilidad el software para cada plataforma.
Leyendo el "End User License Agreement" del software de Microsoft, en la amplísima mayoría de los casos, las garantías están limitadas a la reposición del medio de almacenamiento si este fuera defectuoso, pero en ningún caso se prevén compensaciones por daños directos o indirectos, lucro cesante, etc..
Si como consecuencia de un error (bug) de seguridad, no oportunamente reparado por una empresa proveedora de software propietario, un atacante comprometiera sistemas cruciales para el Estado: ¿que garantías, reparaciones y compensaciones proporcionaría la empresa de acuerdo con sus condiciones de licenciamiento? Las garantías del software propietario, en tanto los programas se entregan ``AS IS'', es decir, en el estado en que se encuentran, sin ninguna responsabilidad adicional para el proveedor respecto a su funcionalidad, no difieren en modo alguno de las habituales en el software libre.
Las leyes de protección al consumidor suelen fijar condiciones especiales de garantías y requisitos adicionales en caso de adquisición onerosa. En cuyo caso tanto la empresa proveedora de software propietario como la de libre debieran cubrir.
En ambos casos estas garantías tienen un costo. Independiente del costo de licenciamiento. Por lo que no hay diferencias entre el software propietario y el libre en este sentido.
En primer lugar las ideas no son apropiables, por lo que hablar de propiedad intelectual es un intento publicitario/ideológico de quienes quieren asimilar las ideas con las cosas y convertirlas en propiedades.
Existen los derechos de autor, las patentes, las marcas y otros mecanismos que otorgan derechos, licencias y conseciones a los autores, inventores y otros.
El modelo de software libre no implica en modo alguno desconocer estas leyes y de hecho, la amplísima mayoría del software libre está amparado por el copyright.
La incorporación de otras obras ajenas en obras que luego se atribuyen como propias es muy fácil de descubrir en el mundo del software libre, pues su código esta abierto a inspección, casi imposible en el propietario.
Sin embargo hubo casos de copia en el mundo propietario, valga a título de ejemplo la condena de la Corte Comercial de Nanterre, Francia, del pasado 27 de septiembre de 2001 a Microsoft Corp., por 3 millones de francos en concepto de daños e intereses, por violación de la propiedad intelectual (piratería, según el desafortunado término que ésta empresa suele usar en su publicidad).
Recientemente SCO acusó a IBM de incorporar código suyo a algunas funciones especiales del núcleo linux 2.4. Esta acusación esta fundamentalmente relacionada con contratos de confidencialidad firmados entre ambas empresas.
Sin embargo SCO mismo licenció tal código como GPL, en su distribución Caldera.
También hubo un importante litigio entre BSD y los propietarios originales del Unix, que retraso años la difusión del sistema operativo BSD.
En un mundo con leyes de restriccion de copia nadie puede estar seguro, pero sin duda se puede dormir mas tranquilo con software libre.
Ningún autor de software libre pierde sus derechos de autor, a menos que por su expresa voluntad desee colocar su obra en el dominio público o los transfiera. El movimiento del software libre siempre ha sido extremadamente respetuoso de sus autores, y les ha generado reconocimiento público extenso. Nombres como el de Richard Stallman, Linus Torvalds, Guido van Rossum, Larry Wall, Miguel de Icaza, Andrew Tridgell, Theo de Raadt, Andrea Arcangeli, Bruce Perens, Darren Reed, Alan Cox, Eric Raymond, y muchos otros, son mundialmente reconocidos por sus contribuciones en el desarrollo de software que hoy es utilizado por millones de personas en todo el mundo, en tanto que los nombres de los autores materiales de excelentes piezas de software propietario, permanecen en el anonimato.
Por otra parte, afirmar que las regalías por derechos de autor constituyen la principal fuente de retribución de los programadores es en todo caso aventurado, en particular porque no se ha aportado ninguna prueba al efecto ni una demostración de como el empleo de software libre por el Estado influiría en esta retribuciones.
Para contestar está pregunta, debe aclararse primero que el software difiere de otras creaciones intelectuales (tales como los libros o las obras de arte) en varios aspectos.
Así el software propietario se distribuye sin los códigos fuentes, por lo que no mereceria protección de derecho de autor sino de secreto comercial.
El software es más parecido al conocimiento científico, y el desarrollo de software a la investigación. En el mundo científico, las libertades de uso de conocimiento previo, y la libre circulación del conocimiento, son valores importantes, apreciados, y que originan el progreso. Cuando Sir Isaac Newton dijo "Si he visto más lejos, es porque me he subido sobre los hombros de gigantes", estaba valorando estás libertades, otorgadas por los "gigantes", que le permitieron llevar a cabo su desarrollo. De la misma forma, en el mundo del software libre, está disponible el trabajo de "gigantes", como un capital inicial sobre el cual desarrollar y realizar verdadera innovación, en vez de reinventar la rueda una y otra vez. Al igual que los científicos, los desarrolladores de software libre tienen como uno de sus incentivos el prestigio de la creación intelectual, que se logra mediante la publicación del trabajo. De ahí que la libertad de inspección y uso provee un marco para promover el desarrollo y la innovación software, y la libertad de distribución promueve un incentivo.
Además del incentivo personal, existe un incentivo económico. El software, como herramienta, requiere mantenimiento (deployment, adaptación, modificaciones durante su uso, reparaciones de errores). Para realizar adecuadamente ese mantenimiento es necesario saber la forma en la cual opera el software. Cuando el software no es libre, ese conocimiento es exclusivo del autor, y por lo tanto éste tiene un monopolio sobre estos servicios asociados.
Las libertades que otorga el software libre permiten la ruptura de este monopolio, promoviendo la libre competencia, es decir un mercado donde estos servicios pueden ser prestados por cualquier persona capacitada, y donde el precio es fijado por las necesidades reales, no por una decisión monopólica. De esta forma, las libertades en el software crean un incentivo de valor directo económico y puestos de trabajo que además pueden transferirse a la industria local si el software fue desarrollado en el extranjero. La libertad de distribución no actúa en perjuicio de este incentivo económico, ya que el software se desarrolla como un objeto abstracto con un alto valor intelectual, y la realización de copias tiene un costo casi nulo que no es lo que se paga al contratar el desarrollo de software.
(Digital Millenium Copyright Act)
Estas leyes penalizan fuertemente conductas que siempre fueron aceptadas como validas en las comunidades virtuales. Creemos que deben ser derogadas. El software libre no es incompatible con estas reglas, si bien la mayoria de los que proponemos el uso de software libre nos oponemos a leyes de este tipo.
La gratuidad y la libertad son conceptos ortogonales: hay software propietario y oneroso (por ejemplo, Microsoft Office), software propietario y gratuito (Microsoft Internet Explorer), software libre y oneroso (distribuciones RedHat, SuSE, etc. del sistema GNU/Linux), software libre y gratuito (Apache, OpenOffice, Mozilla), y aún software que se licencia bajo diferentes modalidades (MySQL).
Ciertamente que el uso del software libre no es necesariamente gratuito y tiene diferentes costos.
En ningún momento las definciones de software libre se refieren a la gratuidad. Si bien se mencionan las posibilidades de ahorro en términos de lo pagado por licencias de software propietario, lo importante son las garantías fundamentales que se pretende preservar y el estimulo del desarrollo tecnológico local. Puesto que un Estado democrático debe sostener estos principios, no le queda otra solución que emplear software cuyo código fuente está públicamente disponible e intercambiar información sólo en formatos standares.
Si el Estado no empleara software con esas características, estaría vulnerando principios republicanos básicos. Por fortuna, además, el software libre implica menores costos totales; pero aun en la hipótesis (fácilmente negada) de que costara más que el propietario, la sola existencia de una herramienta de software libre eficaz para una determinada función informática obligaría al Estado a usarla; no por imperio de la ley, sino por los principios elementales que surgen de la esencia misma del Estado democrático de derecho. El software propietario es incompatible con la Democracia
Esto prueba la importancia de los servicios en la economía digital.
Suponiendo que el costo de software sea sólo el 8% del costo total de utilización, no invalida en forma alguna la conveniencia de usar software gratuito, esto es, aquel cuyo costo de licenciamiento o uso es cero.
El uso de software libre contribuye significativamente a disminuir los restantes costos del ciclo de vida. Esta reducción del impacto económico de despliegue, soporte, etc. se registra en varios campos; por un lado, el modelo competitivo de servicios del software libre, cuyo soporte y mantenimiento es posible contratar libremente entre una oferta variada que compite en función de la calidad y el menor costo. Esto es válido para la implantación, la capacitación y el soporte, y en buena medida para el mantenimiento.
La característica reproductiva del modelo, hace que el mantenimiento que se realizó en una aplicación sea replicable muy fácilmente, sin incurrir en mayores costos (es decir, sin pagar más de una vez por lo mismo) pues las modificaciones, si así se desea, quedan incorporadas al patrimonio común del conocimiento.
El enorme costo causado por la inoperatividad ("pantallas azules de la muerte", código malicioso como virus, worms y troyanos, excepciones, fallas generales de protección y otros tantos males conocidos) se reduce significativamente al emplear software mas estable; y es bien sabido que una de las virtudes mas destacables del software libre es su estabilidad.
En todo caso lo que está en cuestión no es el costo del software, sino los principios de libertad de información, accesibilidad y seguridad.
Esos estudios pagados por Microsoft se basan en el mayor valor de la mano de obra requerida para manejar sofware libre. Lo que sólo los hace válidos para economías desarrolladas con altos costos de mano de obra. Esto en realidad es positivo pues refleja que mayor dinero se vuelva a salarios, y eleva el nivel de los técnicos del software.
Por otra parte no considera que un administrador de sistemas libres puede administrar hasta 4 veces mas servidores que uno de sistemas Windows, pues los primeros se ``cuelgan'' menos, y su administación remota es mas simple y fácilmente configurable y replicable en simultaneo por linea de comandos.
En resumen, el software libre tiene un menor costo total de operación (TCO), un retorno mas rápido de la inversión (ROI) que el propietario, y contribuye mejor a la economia nacional, si bien estas no son sus principales fortalezas.
Ciertamente existen modalidades de licenciamiento por volumen. Ahora estas modalidades exigen comprar software a una empresa particular por decisión politica y no mediante procesos de licitacion. Exigen optar por esquemas por usuario y no por maquina y entrar en los contratos de adhesión de las corporaciones, nada mas humillante para un estado soberano.
Sólo apuntan a reducir el impacto de un componente que importa no más del 8% del costo total.
Esta afirmación implica un cierto desconocimiento de los mecanismos de construcción de software libre, en el que no se maximiza la dependencia del usuario respecto de una plataforma determinada, como sucede habitualmente en el campo del software propietario. Aun cuando existen múltiples distribuciones de software libre, y numerosos programas susceptibles de ser empleados para una misma función, la interoperabilidad queda garantizada tanto por el empleo de formatos estándar, como por la posibilidad de construir software interoperable a partir de la disponibilidad del código fuente.
en donde precisamente los funcionarios del Estado que fundamentaron el proyecto, hoy expresan que el software libre no permitió brindar una experiencia de aprendizaje a alumnos en la escuela, no se contó con los niveles de capacitación a nivel nacional para dar soporte adecuado a la plataforma, y el software no contó y no cuenta con los niveles de integración para la plataforma que existen en las escuelas.
Efectivamente, es posible fracasar con software libre. En México se dio marcha atrás con el proyecto Red Escolar. Eso se debió, precisamente a que los impulsores del proyecto mexicano tuvieron al costo de las licencias como principal argumento, en vez de las otras razones que son más importantes. Debido a este error conceptual, y como consecuencia de la falta de apoyo efectivo por parte de la SEP (Secretaria de Educación Publica) se asumió que para implementar software libre en las escuelas, bastaba con quitarle a éstas el presupuesto para software y en cambio enviarles un CD ROM con GNU/Linux. Por cierto, esto falló y no podía ser de otro modo, tal como fallan los laboratorios escolares en los que se usa software propietario si no hay presupuesto para implementación y mantenimiento.
Los proyectos no se deben limitar a obligar a software libre, sino que deben reconocer la necesidad y ordenar la creación de un plan de migración viable, para ordenar transición técnica para lograr disfrutar de las ventajas del software libre.
También han fracasado empresas que pretendieron basar su negocio en los servicios de software libre, otras han triunfado. Aquí como en todo negocio, lo importante no es solo la tecnología sino fundamentalmente el plan de negocios y la capacidad ejecutiva.
Sería interesarse informase acerca de proyectos de software libre implantados en entidades públicas, que a la fecha hayan sido abandonados en favor del software propietario. Se conocen un buen número de casos, creciente, en el sentido hacia el software libre, pero carecemos de información respecto a casos inversos.