La revolución industrial estableció la propiedad privada sobre los bienes de producción, y con ello el capitalismo, en casi todo el planeta, convirtiendolo en un gigantesco mercado. 1.1
Lo accesorio siguió el camino de lo principal. Las ideas y sus representaciones estuvieron vinculadas inseparablemente a bienes materiales. La era industrial formó el concepto de que las ideas o sus representaciones son apropiables exclusivamente y constituyen bienes transables de la economía. [Saravia:REC-04,Saravia:DDS-03,Saravia:EI-03,Saravia:MH-01,Hipatia:SM-04]
La combinación de la computación con las comunicaciones interconecta a los seres humanos cambiando sustancialmente sus formas de relacionarse, permitiendo crear estructuras y organizaciones antes inimaginables.
La revolución computacional y comunicacional plantea una nueva lucha entre el monopolio intelectual y la libre expresión o circulación de las ideas. Gracias a Internet, a la digitalización de ``los contenidos'' y a la posibilidad de terminar con la escasez impuesta por el soporte material que contenía históricamente a las ideas, ahora éstas pueden fluir libremente, solo limitadas por las ataduras artificiales de leyes obsoletas. Así el modelo científico se expande hacia otras ramas del conocimiento y aplicaciones tecnológicas.
Nos encontramos a las puertas de nuevas y diversas culturas y sociedades, que complementan, potencian o cambian las preexistentes. Una revolución tecnológica, comunicacional, social y humana sin precedentes en la historia. Estamos frente a la posibilidad de construir conocimiento colectivo y distribuirlo a toda la humanidad en tiempo real y sin costos marginales.
Las nuevas organizaciones humanas en construcción, o ``Sociedades del Conocimiento'', están siendo definidas. La ética que consensuemos, los derechos que nos demos, las normas que instrumentemos y la comunión que logremos, definirán y entornarán en gran medida la cultura humana en los próximos siglos, tanto en lo social, como en lo económico y lo político. Así como las metodologías y los medios definen las organizaciones y su mensaje, los instrumentos que rijan el conocimiento determinarán cómo se construye y crea esta sociedad.
Sobre esta nueva organización se plantean viejas contradicciones. Por ejemplo la idea de la brecha digital. Como siempre ``el progreso'' llega primero a los privilegiados. Y como siempre la tarea no consiste en eliminar la brecha digital informatizando la pobreza, sino en eliminar la pobreza, en todo caso apoyándonos en el conocimiento libre.
Internet dio inicio formal a esta revolución que conjuga el poder de procesamiento con la digitalización de la información. Una red de todos con todos, y no solo de a dos (teléfonos) o de a uno a muchos (medios masivos). El espíritu libertario que la impregnó, incubado al amparo de las universidades acogió la comunidad de hackers, impulso al software libre y fué forjada por este movimiento. Filosofía y tecnología crecieron al amparo y en paralelo con la red, nutriéndola en el proceso que todavía define el espacio cultural de la naciente Sociedad de la Información.
En las sociedades del conocimiento el camino del crecimiento pasa por liberar las ideas. Los regímenes legales heredados son anacrónicos y un freno a su crecimiento.
Cuando algo que es escaso comienza a dejar de serlo, cuando la prosperidad aumenta porque un bien deja de ser escaso, disminuye el capital[Saravia:REC-04,Saravia:EI-03] que el bien representa y esto no es negativo sino positvo.Debemos de-construir la economía o ciencia de la escasez y reemplazarla por otra ciencia de la abundancia, el progreso o de la prosperidad y así ayudar a comprender mejor y poder construir otra ``realidad económica''. Una ciencia donde las variables ``consideradas como buenas'' aumenten con la satisfacción general.
En el análisis marxista de la economía se diagnostica que las relaciones sociales de producción incubadas por el capitalismo, retrasaban el desarrollo de sus propias fuerzas productivas [Marx:MC-48]1.2.
Podemos pensar que los frenos a la libertad del conocimiento retrasan el desarrollo de las sociedades del conocimiento y así, el progreso, avance y la evolución de nuestras sociedades. De dos sociedades: una con conocimiento libre y la otra con sistemas de restricción, la primera crecerá más rápido y más eficientemente.
Es posible criticar esta idea si uno no cree en el progreso, ni en la construcción de un edificio científico que avanza y que cada vez tiene más capacidad de entender, predecir y diseñar el futuro.
Podemos vernos a nosotros mismos como el mecanismo por el cual el universo consigue conciencia. La materia dando forma a la vida. La vida construyendo cuerpos e inteligencia. La inteligencia adquiriendo tecnología y capacidad para manejar mayores cantidades de información. ADN, células, cuerpos, cerebros, lenguaje (ser humano), escritura (historia), herramientas y tecnología (cultura, exo-cuerpos), computación e informática, comunicaciones electrónicas e Internet.
A pesar de su evidencia práctica no parece fácil definir el progreso en términos doctrinarios, y probablemente este sea el mayor desafió teórico pendiente en las ciencias modernas[Wagensberg:P-98]. Un desafío -quizás ilusorio- que debiera llevar a redefinir la economía y buena parte de las ciencias sociales.
Se visualiza un camino alternativo a la construcción económica, política e intelectual de lo que algunos quieren presentar como el sucesor del capitalismo liberal; que no es otra cosa que el imperialismo internacional, la neo-liberalización de la globalización, los monopolios intelectuales o el post-capitalismo infinito.
La capacidad de acumular del capitalismo tradicional está limitada a la cantidad de tierras o la capacidad de construir máquinas que reemplacen obreros. En cambio con el potencial ilimitado de las ideas convertidas en bienes transables, expandibles mediante la copia a costo marginal cero, el capital intelectual no tiene límites y los capitalistas pueden seguir acumulando ad-infinitum. Así superan las contradicciones planteadas por Marx al capitalismo. Este encuentra la vía de escape a su final anunciado y se transforma de un sistema de libre competencia en un sistema monopólico altamente concentrado.
Las costumbres populares que se van estableciendo en los mundos virtuales nos demuestran que compartir conocimiento es la norma, que es lo justo y que es un error limitarlo. Los sistemas P2P (peer to peer) se multiplican, la gente sigue compartiendo software, música y conocimiento por más que costosas campañas de propaganda los señalen como ``piratas''1.3.
No debemos olvidar esta ventaja: esta vez son ``ellos'' los que tienen que convencer el mundo que su idea de sociedad es mejor que la que la gente impone en Internet. ``Information WANTS to be free'' escribían algunos hackers en los primeros años 90, y tenían razón[Martin:SRB-03].
No siempre lo legal es justo, y muchas veces lo que lo era deja de serlo. En las nuevas realidades no se pueden aplicar las leyes del pasado. No se puede legislar en contra de las costumbres aceptadas; o ``derecho consetudinario'' de Internet. Hoy, ya, algunas empresas empiezan a reconocer lo ilógico de este sistema[Kantor:OEP-05]. Otros defendienden las industrias millonarias del espectáculo. ¿Deberemos sacrificar la libertad del conocimiento para posibilitar la supervivencia de ``Titanic'', u otras superproducciones?.
Internet con ``su globalización'' de los intercambios de ideas, no acepta funcionar como las multinacionales de las comunicaciones desean. Creyeron que podían transformar una red libre y académica en una autopista para hacer negocios. Sin embargo Internet los esta transformando a ellos, estableciendo sistemas de comunicación con costo plano en vez de tarifas por tiempo y distancia. El mundo virtual es mucho más que eso: Humanidad, simplemente Humanidad[Saravia:GI-04].
El software es la forma del conocimiento[Wikipedia:Ep,Saravia:QC-05] que se ``ejecuta'' [Saravia:MH-01]. Se expresa mediante un lenguaje de instrucciones, que personas, la vida1.4 o las máquinas pueden instrumentar y transformar así la ``realidad'' en la que están inmersas mediante su acción.
Para algunos el conocimiento funcional es aquel que es útil y con ello diferencian el conocimiento que debe ser libre, del que no necesariamente debe serlo. Incluyen además del software a manuales, enciclopedias y otras obras ``útiles''.
En nuestras sociedades mediatizadas por máquinas, el software aplica por si la ley: impedir que un auto avance en un semáforo, impedir que un cajero automático que te de más dinero que el que tienes, etc.. Las máquinas pueden controlar nuestras vidas, muchas veces lo hacen y cada vez lo harán más. En algunos casos éste control evitara robos, accidentes y demás. Habrá que balancear lo que se gana y se pierde con cada caso. Se deberá minimizar sus efectos negativos con diferentes medidas como mostrar los códigos que los ejecutan para poder auditarlos.
Sin libertad para conocer los códigos de este control estaremos indefensos e incapaces para discutir políticas [Lessig:C-99]. El código -software- es ley de una forma muy profunda [Dennet:TMI-81]. El software cuando se ejecuta en automatismos de puntos de transacción, reemplaza al humano en la aplicación de la ley. Se ejecuta sin discusión. Esto pasa en todo tipo de barreras y controles, y será más común en el futuro.
Objetivo, enemigo y motivos (Stallman Dixit):
``¿Ha sta dónde puede llegar el software libre? No tiene límites, excepto cuando las patentes lo prohiben. El objetivo final del movimiento es proporcionar software libre para hacer todos los trabajos que los usuarios de computadoras quieran hacer y por lo tanto hacer el software propietario obsoleto'' [FSF:HPG].
``El enemigo es el software propietario'' [Stallman:WFS].
``¿Por qué debo escribir GNU? ... para poder usar computadoras sin deshonra, he decidido agrupar un cuerpo suficiente de software libre de tal manera que pueda proseguir sin software que no sea libre'' [FSF:MG-85].
La humanidad no se suicida, por ello encontró una salida al problema planteado por la revolución informática, salida que constituye una de las caras de la contradicción fundamental de las sociedades del conocimiento. La libertad del mismo, vía el software. Un vital movimiento que dio forma a Internet tal como la conocemos y se construyó mediante la misma. La construcción de un edificio de software totalmente nuevo para garantizar los derechos humanos en la nueva era.
El movimiento del software libre constituye la mayor aventura colectiva de la humanidad, que construye conocimiento colectivo, sin coordinación centralizada o mando único.
Un software es libre si sus usuarios y desarrolladores gozan todas estas libertades [FSF:DSL,Saravia:SLA-03]:
Es legal y conveniente incluir las formas binarias o ejecutables del software si existen y obligatorio disponibilizar el código fuente. El original y las modificaciones de existir. Distribuir programas de modo ejecutable es necesario para que los programas libres sean fáciles de instalar.
El software libre refuerza la idea de que la autoría de una obra se basa en muchos autores anteriores. Las personas no crean su obra a partir de cero.
El resultado de la interacción de las viejas ideas con las nuevas experiencias es crear nuevo conocimiento. Este nuevo conocimiento no puede quedar bajo control de una sola persona, por mas que sea reconocida como autor. El autor debe tener ciertos derechos a partir de su creación. Más no el conjunto de derechos habitualmente conocido como propiedad, sobre la misma, pues esto frenaría el proceso creativo y forzaría cada vez a reinventar una nueva rueda.
El conocimiento es un edificio colectivo, su desarrollo es comunitario, siempre se está construyendo en algún lado, pero también destruyendo en otro.
Los distintos paquetes de software libre no son un producto o servicios, cuando estan disponibles universalmente. Se puede construir productos y servicios en base a ellos. Pero a diferencia de los paquetes propietarios no son productos en el sentido del mercado. Una empresa o el gobierno no pueden organizar su sistema de adquisiciones en base a productos de software libre, sino en todo caso a servicios de instalación, configuración, adaptación, etc. basados en ese software libre. En tal sentido no es esperable una competencia directa a nivel de productos.
Ciertas formas de hacer negocios están condenadas a desaparecer. Entre otras, las industrias de distribución de conocimiento, información, y arte son jaqueadas desde varios flancos. Están dejando de ser necesarias. Cualquiera con un ordenador y una conexión de banda ancha puede actuar como centro de distribución. Cualquiera con un editor de textos, con tarjetas de sonido y algún equipo adicional puede producir libros y composiciones musicales de un aceptable nivel. En el momento en que el flujo de información crece sin parar y dinamiza la economía con más fuerza, paradójicamente se destruyen las empresas que en él se sustentan.
El proceso es irreversible. Así como el automóvil desplazó a los carruajes, la computadora personal e Internet desplazarán a las editoriales y a las compañías musicales, o las transformarán de un modo tal que serán irreconocibles en el futuro. Crecerá el movimiento económico vinculado a los servicios, caerá el capital representado por el conocimiento, al fluir este con libertad, y se desconcentrará su control y el poder que representa1.6.
Las industrias que otrora fueron adalides de la ilustración, hoy son anacrónicas. Pero aún son poderosas corporaciones capaces de ejercer su poder y poner un freno a un avance, que sin lugar a dudas, las perjudica. La reacción puede imponer regulaciones que construyan un mundo oscuro y cerrado, con prácticas de control centralizadas y totalitarias hoy impensables. Así la Digital Millenium Copyright Act (DMCA) y la Informática Traidora (TCG) [Saravia:DDS-03,Inquirrer:ITW-03,IPJustice:WPA,Eff:TC,p2pnet:TPE,TCG:SW,Anderson:PFI-03,AntiDMCA:SW], son ejemplos de esta tendencia. Esta reacción si se impone, puede cristalizar y demorar procesos históricos en marcha, causando una enorme regresión y retraso al crecimiento y progreso de la humanidad.
Tal como se indica en [Saravia:NT-05], existe una clara reacción de Microsoft y otros al Software Libre. Estas reacciones pasan por múltiples andariveles, desde los mas burdos intentos de asociar a la libertad del conocimiento con el comunismo [Gates:QCS-04,Raymond:HD-04], hasta los estudios muy serios y profesionales, pseudo-científicos diríamos, de consultoras más o menos independientes en relación al concepto de TCO1.7 y otras cuestiones más o menos técnicas [DelBianco:FSF-05]. Como una línea intermedia de propaganda ideológica se difunden los conceptos de ``libertad de elección'' [ISC:SW] generalmente en los movimientos sociales, reducidos a ONGs, y se introduce el concepto de ``neutralidad tecnológica'' en los foros públicos [FSF:MCA-05].
Como en todo proceso de cambio histórico, hay intereses en pugna. En este caso nos encontramos con dos objetivos y visiones contrapuestos en la conformación de la Sociedad de la Información. Por un lado, algunos estados y corporaciones, que quieren que Internet sea un mecanismo para reforzar su antigua forma de hacer negocios y su poder. Por el otro, ciudadanos y organizaciones que creemos y queremos que Internet sea un fenomenal medio de comunicación que cambie nuestra forma de relacionarnos y que descentralice la economía y el control planetario.
Para controlar la revolución digital e impedir que todo el software sea libre, (lo que garantiza a la humanidad la libertad de compartir), han aparecido en los últimos años diversas estrategias para detener lo inevitable, todas ellas centradas en el software. Estas estrategias deben ser absolutamente radicales debido a la profundidad del efecto que necesitan obtener:
De esta forma si logran evitar que la gente ejecute el software que desea, y solo permiten software certificado, lograran evitar el software libre por vía del control del hardware. Así impedirán que la gente comparta archivos o haga lo que efectivamente desea, la gente dejara de ser dueña de su computadora y perderá el poder de decidir que se ejecuta en ella.
Para impedir que la gente comparta música necesitan impedir que la gente ejecute ciertos programas. Si el conocimiento es controlable puede construirse propiedad con el. Los intentos de constituir propiedad y capital no solo llevan a controlar un bien, sino a las ideas y con ellos también se produce un ataque directo a la libertad de expresión justificada en términos económicos [Hipatia:SM-04].Así desarrollan mecanismos artificiales de restricción de la circulación de las ideas por regiones, tiempos, instancias de uso, etc..
Para impedir que la gente ejecute ciertos programas en sus computadoras necesitan auditar y controlar cada computadora de la tierra.
Se han hecho campañas de marketing global para definir como ``pirata'' a aquel que comparte Información protegida por copyrights1.10.
La aberración de distribuir software en formato binario y otorgarle a esta práctica abyecta y a este ``contenido'' incomprensible para los humanos, carácter de ``obra intelectual'' y protegerlo con copyright y aun con patentes, complicó más la cosa.
Utilizar al estado como recaudador de impuestos y a su policía como garante de negocios en cuanto a licenciatarios.
Imponer mediante acuerdos internacionales como ALCA, lo que no pasaría como legislación local.
Criminalizar a los jóvenes que son capaces de inventar mecanismos que superan las trabas electrónicas ridículas al compartir, en lugar de reconocer el talento que las caracteriza.
Todo esto y mucho más se desarrolla sólo para defender monopolios industriales que sencillamente no pueden perdurar porque la humanidad evoluciona en otro sentido.
La historia ha demostrado una y otra vez que lo que debe morir, al fin muere, pese a que se intenten todo tipo de resistencias y reacciones. La historia de los cambios tecnológicos es así. Algunas industrias desaparecen mientras otras nuevas se crean. Las avalanchas no se detienen, cuanto más las demoren, más estrepitosa será la caída de los muros que la contengan. La vida, la libertad y la inteligencia siempre encuentran su camino.
Finalmente, en cada caso, algún hacker encontrará una puerta para que pase la luz del conocimiento.
El resultado a futuro es claro, pero la transición es compleja, hay intereses en juego y tareas pendientes.